Investigadores exploran el uso de copas menstruales reutilizables como opción viable para astronautas en misiones prolongadas, facilitando la gestión de la menstruación en el espacio.
La gestión de la menstruación en el espacio representa un desafío importante para las futuras misiones de larga duración, como los planes de colonización lunar y el posible viaje a Marte.
Aunque la mayoría de los astronautas actuales utilizan métodos hormonales para suprimir las reglas, estos tratamientos pueden deteriorarse con el tiempo o vencer durante misiones extensas.
Por ello, la comunidad científica busca alternativas innovadoras y sostenibles que permitan a las astronautas mantener su salud y comodidad sin complicaciones adicionales.
Desde la llegada del programa espacial, la menstruación ha sido un asunto poco abordado públicamente, a pesar de su relevancia en la vida de las mujeres que participan en estas misiones.
En 1983, la astronauta Sally Ride, la primera mujer estadounidense en el espacio, fue preguntada sobre la cantidad de tampones necesarios para una misión de una semana, a lo que respondió que 100 unidades no serían suficientes.
Aquello dejó en evidencia la falta de preparación específica para manejar este aspecto en el medio espacial.
Hasta ahora, las opciones para gestionar la menstruación en el espacio han incluido el uso de tampones, toallas húmedas y, en algunos casos, medicamentos hormonales para detener los periodos.
Sin embargo, estos métodos presentan varias limitaciones, especialmente en misiones que pueden extenderse por meses o incluso años. Los tampones y toallas requieren almacenamiento y eliminación adecuados, mientras que los tratamientos hormonales pueden causar efectos secundarios y pueden no ser seguros a largo plazo.
Recientemente, un estudio publicado en la revista Nature NPJ Women’s Health ha explorado la viabilidad de utilizar copas menstruales reutilizables en el espacio.
Estas copas, hechas de silicona médica, tienen la forma de una campana flexible que se inserta en la vagina para recolectar la sangre durante el ciclo.
Son una alternativa ecológica, ya que son reutilizables, y su tamaño compacto facilita su transporte y almacenamiento en las naves espaciales.
El proyecto, llamado AstroCup, consistió en el lanzamiento de dos modelos de copas en un vuelo suborbital no tripulado. Durante la misión, se midieron variables como temperatura, humedad y aceleración, además de realizar pruebas de integridad con líquidos que imitan la viscosidad de la sangre, como el glicerol.
Los resultados fueron prometedores, demostrando que las copas permanecían intactas y funcionaban correctamente en condiciones similares a las del espacio.
Este avance representa un paso importante hacia la inclusión de opciones más sostenibles y cómodas para las mujeres en las misiones espaciales prolongadas.
La reutilización de copas menstruales podría reducir considerablemente el peso y volumen de los suministros necesarios, además de eliminar la dependencia de productos de un solo uso que generan desechos y requieren una gestión compleja.
A largo plazo, los investigadores planean realizar pruebas en condiciones espaciales reales para evaluar cómo la radiación, la microgravedad y otros factores afectan a estos dispositivos.
También se están explorando métodos para esterilizarlos de manera segura y efectiva en el entorno espacial.
Además de la gestión de la menstruación, otros aspectos de la salud reproductiva y sexual en el espacio están siendo estudiados. La doctora Shawna Pandya, una de las pioneras en este campo, ha realizado investigaciones sobre la inserción y extracción de dispositivos intrauterinos (DIU) en microgravedad, utilizando modelos en vuelos parabólicos.
Su trabajo apunta a garantizar que las mujeres puedan tener opciones seguras y efectivas para gestionar su salud en futuras misiones.
A medida que la humanidad se prepara para explorar destinos más lejanos y prolongar su presencia en el cosmos, la inclusión de soluciones para la salud femenina es fundamental.
La innovación en este dominio no solo mejorará la calidad de vida de las astronautas, sino que también facilitará una participación más equitativa en la exploración espacial.
La futura presencia de mujeres en Marte o incluso en colonias lunares requerirá que estos aspectos sean tratados con la misma seriedad que la tecnología de comunicación o el suministro de oxígeno.
En conclusión, la introducción de copas menstruales reutilizables y otras soluciones innovadoras en la gestión de la menstruación en el espacio representa un paso decisivo hacia una exploración más inclusiva, sostenible y preparada para los desafíos del universo.
La ciencia avanza para ofrecer a las futuras colonas del espacio las mismas posibilidades y libertad que tienen en la Tierra, abriendo caminos hacia nuevas fronteras de la humanidad.