El sector del comercio electrónico en India ha experimentado una expansión sin precedentes en la última década, consolidándose como uno de los motores principales del crecimiento económico digital del país.

Según un informe reciente, el valor de la industria online en India, que en 2020 se situaba en aproximadamente 25 mil millones de euros, se estima que alcanzará los 280 mil millones de euros (alrededor de 300 mil millones de dólares) para finales de 2030.

Esto representa un crecimiento espectacular y confirma que el comercio digital ya no es una tendencia minoritaria, sino una fuerza dominante dentro del panorama comercial indio.

Supuestamente, esta expansión se debe a múltiples factores: una mayor penetración de Internet, cambios demográficos y reformas en las políticas públicas que favorecen la innovación y el emprendimiento digital.

La llegada de plataformas de comercio rápido, conocidas como q-commerce, ha revolucionado la forma en que los consumidores acceden a sus productos favoritos.

Empresas como BigBasket, Blinkit, Swiggy y Zepto, que en su día comenzaron en India, ahora lideran este movimiento y demuestran la viabilidad y el atractivo de los servicios de entrega ultrarrápida.

Supuestamente, además, se está observando una tendencia hacia la verticalización del q-commerce, con startups como Snabbit, Swish o Slikk, que se enfocan en necesidades específicas y nichos de mercado.

Paralelamente, las marcas directas al consumidor (D2C) están captando cada vez más a una audiencia aspiracional, que busca productos de mayor calidad a precios competitivos.

Desde una perspectiva histórica, India ha visto en los últimos 20 años un cambio radical en su infraestructura digital. En 2000, menos del 2% de la población tenía acceso a Internet; en 2023, esa cifra supera el 60%, y se espera que siga creciendo. La introducción de plataformas de pago móvil, como UPI, ha facilitado las microtransacciones, que en 2029 podrían alcanzar los 1.4 mil millones de euros (alrededor de 1.5 mil millones de dólares), impulsando nuevos modelos de monetización que van más allá de la publicidad.

Supuestamente, este auge en el comercio digital ha sido acompañado por un cambio en las preferencias del consumidor: una mayor demanda de alimentos orgánicos, productos de salud y bienestar, gadgets de fitness y servicios preventivos de salud.

El gasto en productos relacionados con la salud y el bienestar, que en 2020 representaba aproximadamente el 11% del total del gasto en alimentación y bebidas, ha aumentado hasta el 16% en 2023 y se prevé que continúe en ascenso.

El informe también destaca la revolución en el consumo de contenidos, con plataformas de video de formato corto que han multiplicado por 3.6 veces su audiencia diaria en los últimos cinco años, compitiendo con gigantes digitales internacionales. Además, la adopción de microtransacciones como las propinas virtuales o pagos automáticos mediante UPI ha abierto nuevas vías para que las empresas moneteticen sus servicios, proyectando ingresos de aproximadamente 1.4 mil millones de euros en 2029.

Supuestamente, la tendencia a la contratación en el sector del comercio electrónico y la tecnología en India continúa al alza, con un 70% de las startups planeando incorporar nuevos talentos en los primeros meses de 2025, principalmente en roles relacionados con inteligencia artificial y nuevas tecnologías.

Esto demuestra el interés del mercado por mantenerse a la vanguardia en innovación.

En definitiva, el crecimiento del comercio digital en India, impulsado por una combinación de factores tecnológicos, demográficos y regulatorios, promete transformar aún más su economía en los próximos años.

La visión de un país con un mercado digital de más de 270 mil millones de euros para 2030 parece no solo plausible, sino inevitable, consolidándose como uno de los escenarios más prometedores a nivel mundial en el ámbito del comercio electrónico y la innovación digital.