El NOAA ha decidido retrasar por un mes la eliminación de datos satelitales esenciales para el seguimiento de huracanes, una medida que podría influir en la precisión de las predicciones meteorológicas en Canadá. Aunque las autoridades canadienses aseguran que su calidad no se verá afectada, aseguran que la pérdida de estos datos representa una desventaja significativa en la vigilancia de fenómenos meteorológicos extremos.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) anunció recientemente que aumentará en un mes el período para mantener en funcionamiento los datos satelitales que son fundamentales para la predicción y seguimiento de huracanes, cuya eliminación estaba planeada inicialmente para el 30 de junio de 2025.
La decisión fue comunicada en medio de preocupaciones por la temporada de huracanes, que en el hemisferio norte suele alcanzar su punto álgido entre mediados de agosto y octubre.
Estos datos satelitales, provenientes del Programa de Satélites Meteorológicos del Departamento de Defensa de Estados Unidos, son especialmente importantes porque ofrecen información en tres dimensiones sobre la estructura interna de las tormentas, incluyendo detalles que no pueden obtenerse fácilmente mediante los satélites tradicionales.
El uso de la tecnología de microondas en estos satélites permite a los meteorólogos observar en la oscuridad y a través de las nubes espesas, proporcionando una visión más completa y precisa del comportamiento de los huracanes.
Originalmente, la eliminación de estos datos fue justificada por el riesgo a la ciberseguridad, pero ahora se ha decidido posponer el corte hasta el 31 de julio de 2025.
La agencia señala que su infraestructura tecnológica aún requiere modernización y que la decisión de suspender estos datos responde a requisitos internos de actualización tecnológica.
Sin embargo, expertos y científicos del clima advierten que esta suspensión podría tener consecuencias considerables en la precisión de las predicciones.
Para Canadá, la pérdida de estos datos satelitales no se anticipa que afecte la calidad de los pronósticos desde la Agencia de Medio Ambiente y Cambio Climático.
La organización asegura contar con una variedad de instrumentos propios y trabajar en colaboración con otras agencias internacionales y la Organización Meteorológica Mundial para garantizar la fiabilidad de sus pronósticos, incluso en temporadas de huracanes.
No obstante, algunos especialistas en meteorología y cambio climático expresan su preocupación, señalando que la capacidad de detectar con anticipación la rápida intensificación de una tormenta o predecir con mayor precisión su trayectoria sería significativamente menor sin estos datos.
Marc Alessi, científico de la Unión de Científicos Interesados, explicó que la pérdida de esta información afectará tanto las predicciones a corto plazo como los estudios a largo plazo sobre el impacto del cambio climático en fenómenos meteorológicos extremos.
Históricamente, el avance en la tecnología satelital ha sido crucial para mejorar la precisión en la predicción de huracanes. La observación desde el espacio ha permitido detectar patrones de formación y crecimiento de tormentas, ayudando a las comunidades a prepararse con mayor anticipación.
La observación en microondas, en particular, ha sido esencial para entender la estructura interna de los ciclones, algo que las tecnologías tradicionales no pueden captar.
Sin estas observaciones, los meteorólogos corren el riesgo de subestimar la fuerza o la trayectoria de un huracán, aumentando la vulnerabilidad de las regiones costeras.
Expertos también comparan los satélites de microondas con una especie de tomografía que revela detalles internos de las tormentas, similar a un escaneo médicos; perder esa capacidad supone, en realidad, una disminución significativa en las herramientas disponibles para monitorear amenazas naturales en una era donde el cambio climático parece intensificar la frecuencia y severidad de estos eventos.
Mientras tanto, en Canadá, las autoridades recalcan que continuarán utilizando sus propios modelos y datos de diferentes fuentes para mantener sus pronósticos precisos.
No obstante, reconocen que la cooperación internacional y el acceso a datos satelitales como los que proveen los satélites estadounidenses son fundamentales para una vigilancia efectiva.
Los expertos coinciden en que una disminución en la capacidad de detectar la intensificación rápida de tormentas, o de anticipar su trayecto, podría traducirse en menos tiempo para que las comunidades puedan prepararse, aumentando así el riesgo de daños y pérdidas humanas.
Esta decisión en Estados Unidos ocurre en un contexto de recortes presupuestarios y modernización tecnológica que el gobierno ha priorizado en los últimos años, pero que también ha generado preocupación entre los científicos que temen que la falta de inversión pueda comprometer la vigilancia y la respuesta ante fenómenos meteorológicos extremos a nivel global.