Las autoridades indias desmantelan una sofisticada organización criminal que defraudaba a ciudadanos extranjeros, especialmente estadounidenses, mediante llamadas falsas y estafas digitales, con un impacto económico millonario.

En un operativo que ha puesto en evidencia la creciente amenaza de la ciberdelincuencia internacional, la Central Bureau of Investigation (CBI) de India anunció la desarticulación de una importante red de fraude digital que operaba desde las ciudades de Pune y Mumbai.

La operación, que supuestamente involucra a miembros de organizaciones criminales altamente organizadas, culminó con la detención de tres personas y la incautación de dispositivos digitales, una considerable cantidad de dinero en efectivo, y sustancias ilícitas.

Según un comunicado oficial de la CBI publicado el pasado viernes, la banda criminal se dedicaba a engañar a personas de diferentes países, con un enfoque particular en ciudadanos estadounidenses.

La operación, presuntamente activa desde principios de 2025, utilizaba llamadas de VoIP falsificadas, originadas desde un centro de llamadas ilegal localizado en Pune.

La estructura del fraude incluía el uso de técnicas de suplantación de identidad, llamadas de phishing y otros métodos de engaño financiero.

El caso fue registrado formalmente el 24 de julio, acusando a individuos no identificados, supuestamente empleados en bancos públicos y privados, de participar en una conspiración criminal bien organizada.

Los presuntos responsables fingían ser funcionarios de agencias de Estados Unidos, como el Servicio de Impuestos Internos (IRS), el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), e incluso representantes de las misiones diplomáticas estadounidenses en India.

Las víctimas recibían amenazas de acciones legales y eran coaccionadas a realizar pagos que oscilaban entre 450 y 2.700 euros, mediante tarjetas de regalo o transferencias en criptomonedas. La investigación indica que la operación generaba ganancias ilegales estimadas en entre 37 y 50 millones de rupias indias al mes, equivalentes aproximadamente a 420.000 a 570.000 euros. Estos fondos ilícitos eran blanqueados a través de cuentas mule, monederos digitales en criptomonedas y redes de hawala, un sistema informal de transferencia de dinero.

Fuentes de la CBI han señalado que algunos oficiales bancarios, tanto del sector público como privado, presuntamente facilitaron la apertura de cuentas falsas mediante documentos falsificados, en violación de las normativas del Banco de Reserva de la India.

El personal del centro de llamadas, en su mayoría residentes en múltiples apartamentos en Pune, recibía pagos en efectivo canalizados mediante redes hawala desde dentro y fuera de India, incluyendo Estados Unidos, Maharashtra y Gujarat.

Las organizaciones criminales obtenían información de posibles víctimas a través de proveedores activos en plataformas de mensajería como WhatsApp y Signal.

Estas empresas generaban y distribuían números de teléfono gratuitos que los estafadores utilizaban para contactar y engañar a las víctimas, guiándolas hacia los centros de llamadas fraudulentos.

Tras la denuncia, la CBI llevó a cabo registros en siete ubicaciones en Pune y Mumbai, durante los días 24 y 25 de julio, incluyendo las instalaciones del centro de llamadas ilegal.

Durante los operativos, las autoridades incautaron 27 teléfonos móviles, 17 laptops y varios dispositivos digitales que contenían pruebas del fraude.

El análisis preliminar de estos dispositivos confirmó el uso de servicios de llamadas en redes sociales para ejecutar los delitos.

Este operativo se suma a otros casos recientes en India relacionados con fraudes en línea y estafas de trabajo desde casa, donde las autoridades han logrado arrestar a varios individuos y recuperar cantidades considerables de dinero en efectivo y sustancias ilícitas.

En uno de estos casos, se arrestaron a cuatro personas en Delhi, quienes supuestamente estafaron a un hombre local por más de 1,2 millones de rupias, unos 14.500 euros.

Supuestamente, la magnitud de estos delitos refleja una tendencia creciente en la ciberdelincuencia en India, que busca no solo la apropiación ilícita de fondos, sino también la manipulación de la percepción internacional del país en materia de seguridad digital.

Expertos en seguridad han señalado que la cooperación internacional y la modernización de las regulaciones bancarias son fundamentales para frenar estos delitos en expansión.

En conclusión, la desarticulación de esta red criminal representa un paso importante en la lucha contra la ciberdelincuencia en la región, aunque las autoridades advierten que los grupos organizados continúan adaptándose y operando desde diferentes lugares.

La comunidad internacional sigue atenta a los avances en la lucha contra estas organizaciones que, presuntamente, generan pérdidas millonarias y amenazan la seguridad digital de millones de personas en todo el mundo.