El astronauta indio Shubhanshu Shukla participa en una innovadora investigación en la Estación Espacial Internacional, creando interfaces cerebro-ordenador mediante tecnología de infrarrojos, en una misión que abre nuevas fronteras en la exploración espacial y la neurociencia.

Shubhanshu Shukla, reconocido como el primer astronauta de la India en visitar la Estación Espacial Internacional (EEI), está participando en un proyecto pionero que busca desarrollar una interfaz cerebro-ordenador en el entorno de microgravedad del espacio.

Según informó la NASA el pasado jueves, Shukla forma parte de la misión Axiom Space-4, un ambicioso programa que involucra a astronautas de diferentes países en experimentos científicos de vanguardia.

Este proyecto, titulado «Pensamientos en Gravedad», utiliza tecnología de espectroscopía de infrarrojos cercanos, conocida como fNIRS, para registrar y analizar la actividad cerebral en tiempo real.

La misión tiene como objetivo principal comprobar la viabilidad de crear interfaces neuronales que puedan ser controladas mediante pensamientos, incluso en condiciones de gravedad cero.

Se trata de un avance que podría revolucionar tanto la exploración espacial como aplicaciones terapéuticas en la Tierra.

Durante la misión, Shukla y su compañero de misión, Sławosz Uznański-Wiśniewski, de Polonia, colaboraron en el laboratorio Columbus de la EEI. Uznański-Wiśniewski utilizó una gorra especializada conectada por Bluetooth a una computadora portátil, que permitía registrar la actividad cerebral mediante sensores.

Mientras tanto, Shukla se encargó de calibrar y optimizar la señal, asegurándose de que los datos recopilados fuesen precisos. La investigación busca entender cómo los astronautas pueden interactuar con las máquinas a través de sus mentes, una tecnología que podría facilitar futuras operaciones en misiones más largas o en entornos más hostiles.

Este experimento forma parte de una serie de estudios más amplios en los que se evalúa cómo el cerebro humano responde a las condiciones del espacio y cómo estas respuestas pueden ser aprovechadas para mejorar la comunicación y el control de dispositivos.

La tecnología de infrarrojos cercanos ya ha sido utilizada en estudios anteriores para analizar la actividad cerebral en la Tierra, pero este es uno de los primeros intentos por aplicar estos conocimientos en un entorno espacial.

Además de su trabajo en el proyecto, Shukla ha realizado investigaciones en otros ámbitos de la biología espacial, como el estudio de tardígrados, pequeños animales acuáticos que pueden sobrevivir en condiciones extremas, incluidos los ambientes de microgravedad.

También ha examinado células musculares para entender cómo se reparan en ausencia de gravedad, lo que puede tener implicaciones importantes para la salud de los astronautas en futuras misiones a largo plazo.

El astronauta nacido en Lucknow, India, también ha grabado videos educativos explicando cómo la digestión y otros procesos fisiológicos se adaptan al espacio, y se espera que interactúe con estudiantes y científicos mediante radioafición desde la EEI.

La misión, que dura 14 días, incluye a otros tres astronautas de Estados Unidos, Polonia y Hungría, y se realizarán aproximadamente 60 estudios científicos y actividades comerciales en microgravedad, representando a 31 países, entre ellos India, que ha aportado siete investigaciones seleccionadas.

Presuntamente, esta investigación establecería un precedente para futuras misiones en las que la interacción cerebral con máquinas sea fundamental, abriendo la puerta a tecnologías que podrían transformar la exploración espacial y la medicina en la Tierra.

La colaboración internacional en la EEI continúa demostrando que el espacio es un terreno común para el avance científico global, y que la participación de países como India en estos proyectos de frontera es cada vez más significativa.

Supuestamente, en los próximos años, tecnologías similares podrían estar disponibles para aplicaciones médicas en hospitales terrestres, facilitando tratamientos y diagnósticos a través de interfaces cerebro-computadora innovadoras.