Expertos advierten que producir un iPhone completamente en Estados Unidos sería extremadamente costoso, con precios que superarían los 3,000 euros, poniendo en duda los planes de Apple de trasladar su cadena de suministro. La complejidad y los costos asociados dificultan una producción 100% local.
En medio de las crecientes tensiones comerciales y las ambiciones de Apple por fortalecer su producción interna, expertos han advertido que fabricar un iPhone totalmente en Estados Unidos sería un proceso extremadamente costoso y poco práctico.
Según Dan Ives, director de investigación tecnológica en Wedbush Securities, la idea de contar con una cadena de suministro completamente doméstica en EE.UU. es una 'historia ficticia'.
Ives explicó a la CNN que, incluso si Apple construyera fábricas en estados como Virginia o New Jersey, el costo de producción se dispararía a más de 3,000 euros por unidad, una cifra que hace inviable la fabricación local a gran escala.
La complejidad de la cadena de suministro actual de Apple, que en Asia incluye proveedores en países como China, Corea del Sur y Taiwán, es uno de los secretos de su éxito y eficiencia.
Para contextualizar, en 2020, Apple empezó a diversificar su producción hacia países como India y Vietnam, en respuesta a las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, además de las restricciones por COVID-19. India, en particular, ha emergido como un hub estratégico, con un crecimiento del 23% en ventas en el primer trimestre de 2025, alcanzando un récord de tres millones de unidades enviadas en ese período.
El CEO de Apple, Tim Cook, afirmó recientemente que la mayor parte de los iPhones enviados a EE.UU. en el trimestre de junio provendrían de India, en línea con la estrategia de deslocalización y diversificación de la cadena de suministro. Sin embargo, trasladar toda la producción a EE.UU. requeriría una inversión de unos 28 mil millones de euros y al menos tres años para lograr mover solo un 10% de la cadena, según analistas del sector.
Por otro lado, las políticas proteccionistas en Estados Unidos, como las amenazas de Donald Trump de aplicar un 50% de impuestos a las importaciones desde la Unión Europea y un arancel del 25% a los productos de Apple si no se fabrican en EE.UU., han impulsado a la compañía a buscar alternativas de producción en otros países.
India, con su mercado en expansión y políticas favorables, ha sido vista por Apple como un socio clave en su estrategia global. La compañía ha reafirmado su compromiso con la iniciativa 'Make in India', y varias de sus fábricas en el país producen componentes para sus dispositivos.
La inversión en infraestructura y la capacitación de mano de obra local han sido pasos importantes para consolidar esta relación.
Históricamente, Apple ha mantenido una cadena de suministro altamente especializada y eficiente en Asia, donde la integración vertical y la economía de escala permiten reducir costos y mantener la competitividad.
La idea de replicar ese modelo en EE.UU. enfrenta obstáculos tanto económicos como logísticos.
En conclusión, aunque la idea de una producción 100% estadounidense suena atractiva desde una perspectiva de soberanía tecnológica, la realidad económica y tecnológica sugiere que los costos serían prohibitivos.
La estrategia actual de Apple, que combina producción en India, Vietnam y China, parece ser la opción más viable para mantener su liderazgo en el mercado global de smartphones.