Un mural fotográfico resalta la importancia del juego infantil en los barrios, según la alcaldesa de Santander.

Este martes, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, inauguró un nuevo mural que embellece la calle Fernández de Isla, específicamente en el número 17.

Esta acción forma parte de un ambicioso proyecto de renovación que el Ayuntamiento está llevando a cabo en esta área de la ciudad. Durante su visita, Igual enfatizó la relevancia del mural, que evoca la conexión emocional de los niños con los espacios donde crecen y juega. "Los niños son una parte esencial de los barrios, y lamentablemente, la costumbre de jugar en ellos está en peligro de extinción. Por eso, esta imagen representa la importancia de ese vínculo infantil con su entorno, y es una forma nostálgica de recordar a esos pequeños disfrutando en las calles.

Aquí, al menos, seguirán jugando en su barrio", comentó la alcaldesa.

Acompañada por residentes locales, Igual examinó de cerca los detalles de esta nueva obra artística que el Consistorio había propuesto para el área, con el objetivo de crear un ambiente único que los habitantes consideren digno de orgullo, que dé identidad a la zona y que proteja la historia del barrio.

La selección de la fotografía que ahora adorna la calle fue realizada por los propios vecinos, quienes escogieron una imagen del Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS).

La fotografía elegida muestra a un grupo de niños jugando en la calle, capturada en París en 1956 por el fotógrafo Ángel de la Hoz, quien estaba en un viaje becado junto a otros pintores.

Un dato curioso sobre esta imagen es que, aunque fue tomada en color, al ser positivada en Santander, se presentó en blanco y negro por un error en el proceso.

Esta foto había sido conocida de esta manera hasta que el CDIS logró digitalizar el negativo, revelando su original colorido, característico de los años cincuenta y evocador de la estética de Hollywood.

Gema Igual también subrayó el esfuerzo del Ayuntamiento por mejorar los barrios, manteniendo un diálogo constante con los vecinos. Destacó que con esta nueva intervención, Fernández de Isla se ha transformado en un lugar más acogedor, especial y con rincones que invitan a cuidar del entorno.

La importancia de recordar a los niños jugando en las calles no solo es un llamado a la nostalgia, sino también un recordatorio de la necesidad de preservar esos espacios donde la infancia puede disfrutar de su libertad.

Esta acción, además de embellecer el barrio, busca revitalizar el sentido de comunidad y pertenencia entre los residentes, asegurando que las futuras generaciones continúen disfrutando de su entorno urbano.