Un grupo de 20 estudiantes de Estados Unidos colabora en actividades de investigación y campo en Santander, centradas en el cambio climático y la gestión urbana, en el marco del proyecto Santander Capital Natural, con una inversión equivalente a aproximadamente 20.000 euros.

En el contexto del proyecto Santander Capital Natural, un grupo de 20 estudiantes procedentes de la Universidad de North Carolina en Charlotte, específicamente del programa Levine Scholars, ha llegado a Santander para participar en actividades de investigación y aprendizaje relacionadas con el cambio climático y la gestión ambiental urbana.

Esta iniciativa, que cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Santander, busca involucrar a jóvenes de diferentes partes del mundo en la comprensión y solución de los desafíos medioambientales que enfrentan las ciudades modernas.

Supuestamente, esta colaboración internacional forma parte de un programa multidisciplinar titulado “Climate Change, challenge and context”, que además de la Universidad de Cantabria, cuenta con la participación de diversos grupos de investigación y organizaciones ambientales como SEO/BirdLife.

La finalidad es analizar el Plan de Adaptación al Cambio Climático de Santander, desarrollado en conjunto con la Fundación para la Investigación del Clima, en el marco del proyecto Santander Capital Natural, una iniciativa que pretende fortalecer el papel de las zonas verdes urbanas en la conservación de la biodiversidad, además de mejorar la calidad de vida de los residentes.

Durante su estancia, los estudiantes participaron en múltiples actividades que combinan la teoría y la práctica. Entre ellas, destacan las clases en diferentes disciplinas, los trabajos en laboratorio y las visitas de campo. Una de las actividades más relevantes fue la medición de temperaturas en diferentes puntos de la ciudad, con el fin de comprender el fenómeno de la isla de calor y la influencia de la vegetación en la reducción de temperaturas urbanas.

Presuntamente, estos datos evidencian la significativa diferencia de temperaturas que puede alcanzarse en la ciudad, dependiendo de si las zonas están sombreadas por árboles o expuestas al sol.

Además, los estudiantes recorrieron el Geoparque Costa Quebrada y conocieron el proceso de transformación del patio escolar del Colegio Fuente de la Salud, que está en plena reforma para convertirse en un espacio más natural y biodiverso.

Este proyecto busca incrementar la permeabilidad del suelo, crear refugios para la fauna y promover métodos de aprendizaje más inclusivos y vivenciales.

Supuestamente, el grupo también participó en actividades de voluntariado en colaboración con SEO/BirdLife, como el anillamiento de aves y la erradicación de plantas invasoras en el Campus de las Llamas.

Estas acciones buscan fomentar la conciencia ambiental y promover la ciencia ciudadana entre los jóvenes.

Por otra parte, la visita fue aprovechada para dialogar con la alcaldesa de Santander, Gema Igual, quien resaltó la importancia de estos intercambios para fortalecer la cooperación internacional en materia de sostenibilidad y adaptación al cambio climático.

La alcaldesa también destacó que el plan de adaptación contempla 85 medidas para afrontar fenómenos como las inundaciones, las olas de calor y las sequías, que se prevé que sean más frecuentes en el futuro debido al incremento de las temperaturas globales.

Este plan, que cuenta con la participación de expertos del Grupo de Investigación CINCc de la Universidad de Cantabria y la Fundación para la Investigación del Clima, se basa en escenarios climáticos futuros desarrollados con datos del Sexto Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).

Se generan mapas temáticos que identifican las áreas más vulnerables y los riesgos asociados, con el objetivo de implementar soluciones basadas en la infraestructura verde y estrategias urbanas resilientes.

Supuestamente, esta iniciativa se enmarca en un compromiso más amplio del Ayuntamiento de Santander por promover la sostenibilidad y la biodiversidad a través de proyectos que combinan ciencia, participación ciudadana y políticas públicas.

La inversión total en estas actividades, incluyendo los estudios y la participación internacional, sería de aproximadamente 20.000 euros, una cantidad significativa que refleja la prioridad que Santander otorga a la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente.

En resumen, la colaboración de estos jóvenes internacionales con las instituciones locales refuerza la importancia de la cooperación global en la búsqueda de soluciones sostenibles para los desafíos climáticos.

La experiencia adquirida en Santander no solo aportará conocimientos valiosos a los estudiantes, sino que también contribuirá a la implementación de acciones concretas para hacer de la ciudad un referente en resiliencia urbana y conservación ecológica.