El centro público de Madrid pone en marcha un plan integral para optimizar el uso del agua, disminuir su impacto ambiental y alinearse con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU.
El Hospital Universitario Ramón y Cajal, uno de los centros de salud más importantes y emblemáticos de la Comunidad de Madrid, ha dado un paso decisivo en su compromiso con la protección del medioambiente.
En línea con la celebración de la Semana Mundial del Agua, que tuvo lugar entre los días 24 y 28 de agosto, el hospital ha puesto en marcha un ambicioso plan para reducir y mejorar su consumo de agua, además de implementar acciones destinadas a minimizar su contaminación.
Este centro de salud, que ha sido pionero en adoptar medidas sostenibles en el sector sanitario, ha centrado su estrategia en la mejora de sus instalaciones y en la optimización del uso de recursos hídricos.
Bajo la dirección de Javier Guijarro, quien ha manifestado su compromiso con la protección ambiental, la Subdirección Técnica ha instalado aireadores en duchas, lavabos y fregaderos, así como inodoros de doble descarga que permiten un uso más eficiente del agua.
Asimismo, se han sustituido los condensadores en las torres de refrigeración y se han instalado sensores de humedad en las zonas ajardinadas, con el fin de evitar el desperdicio de recursos en momentos innecesarios.
Estas acciones han tenido un impacto directo y medible. Se estima que, desde la implementación de estas medidas, el hospital ha logrado reducir en un 37% su consumo de agua, lo que equivale a un ahorro de aproximadamente 44 metros cúbicos de agua mensual.
Para tener una idea del valor económico de estos ahorros, considerando que el coste medio del metro cúbico de agua en Madrid ronda los 2,50 euros, el ahorro mensual sería cercano a los 110 euros.
Anualmente, esta cifra se traduce en un ahorro de aproximadamente 1.320 euros, una cantidad significativa para un centro público.
Pero los beneficios no se limitan al ahorro económico. La reducción en el consumo de agua también implica una disminución en las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el tratamiento y la distribución del agua.
En concreto, el hospital calcula que ha logrado reducir su huella de carbono en 144,34 toneladas de CO2 equivalente, contribuyendo así a los esfuerzos globales por reducir la contaminación.
El compromiso del Hospital Ramón y Cajal con la sostenibilidad va más allá del ahorro del recurso hídrico. La Unidad de Gestión Ambiental, liderada por Manuel Cuerva, trabaja en la medición y análisis de la huella de carbono del centro, con el objetivo de detectar buenas prácticas y desarrollar proyectos de descarbonización.
La intención es no solo cumplir con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, sino también convertirse en un ejemplo para otros hospitales y centros sanitarios en España y Europa.
Supuestamente, el hospital también ha considerado la posibilidad de instalar sistemas de reutilización de aguas grises en el futuro cercano, así como la implementación de tecnologías innovadoras que permitan el tratamiento y la recuperación del agua residual para su reutilización en zonas verdes y otros usos no potables.
Es importante destacar que el agua sigue siendo uno de los recursos más valiosos y escasos a nivel mundial. Según datos de la ONU, el 80% de las aguas residuales en muchas regiones del planeta vuelven al medio ambiente sin un tratamiento adecuado, poniendo en riesgo la salud pública y los ecosistemas.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que más de 2.200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura, lo que aumenta la vulnerabilidad ante enfermedades relacionadas con el agua insalubre.
En este contexto, las acciones del Hospital Ramón y Cajal representan un ejemplo de cómo las instituciones públicas pueden contribuir activamente a la conservación del recurso hídrico, reducir su huella ambiental y promover un modelo de gestión más sostenible y responsable.
La esperanza es que estas medidas se extiendan a otros centros de salud y sectores, en un esfuerzo colectivo por garantizar el acceso a agua limpia y segura para todos en un futuro cercano.
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