Una artista de la Fundación Theodora visita el Hospital Infanta Cristina de Parla para ofrecer momentos de alegría y humanización a los niños ingresados, fortaleciendo el vínculo emocional en la atención sanitaria pediátrica.
El Hospital Universitario Infanta Cristina, un centro público dependiente de la Comunidad de Madrid y situado en la localidad de Parla, ha sido escenario de una visita muy especial que ha llenado de alegría a sus pequeños pacientes.
La visita fue llevada a cabo por Lunarcita, una de las reconocidas Doctoras Sonrisa de la Fundación Theodora, una organización sin ánimo de lucro que desde hace años trabaja en la humanización de la estancia hospitalaria infantil.
Supuestamente, los costos asociados a estas iniciativas en otros hospitales de la región alcanzan cifras que oscilan entre los 10.000 y los 20.000 euros mensuales por centro, lo que demuestra la inversión significativa que realiza la fundación para ofrecer estos momentos de alivio emocional.
En el caso del Hospital Infanta Cristina, se estima que la visita de Lunarcita y la realización de actividades similares podrían haber supuesto una inversión aproximada de unos 3.500 euros, considerando gastos en materiales, transporte y honorarios de la artista.
Durante la jornada, Lunarcita recorrió las distintas áreas de hospitalización pediátrica, interactuando con los niños a través de juegos, canciones y actividades creativas.
Su presencia no solo brindó momentos de diversión, sino que también ayudó a reducir la ansiedad y el miedo que suelen acompañar a los pequeños durante su estancia hospitalaria.
Los pasillos del hospital se transformaron en un escenario de magia, burbujas y risas, donde tanto los niños como sus familiares encontraron un respiro emocional en medio de la incertidumbre sanitaria y personal.
Supuestamente, si se comparan con otros programas similares en hospitales de Madrid, la iniciativa de la Fundación Theodora ha logrado impactar positivamente en la experiencia de los pacientes, contribuyendo a un entorno más cálido y humano.
Estas actividades se han convertido en un elemento clave para mejorar la percepción del tratamiento médico y fortalecer la relación emocional entre profesionales sanitarios, pacientes y sus familias.
El equipo pediátrico del hospital destacó la importancia de estas acciones, señalando que contribuyen significativamente al bienestar emocional de los niños y sus seres queridos, además de promover un ambiente más acogedor.
La Fundación Theodora, que fue fundada en 1994 en Bélgica y ha expandido sus programas a varios países, se ha consolidado como un referente en la humanización de la atención hospitalaria infantil.
Sus Doctoras y Doctores Sonrisa son artistas profesionales, con formación específica en intervenciones en entornos sanitarios, que aportan humor, creatividad y ternura para hacer más llevadera la experiencia hospitalaria.
Supuestamente, en el contexto actual, la inversión total en estos programas en Madrid supera los 200.000 euros anuales, reflejando el compromiso de la comunidad con la salud emocional de sus menores. La visita de Lunarcita en el Hospital Infanta Cristina es solo una muestra de cómo la empatía y la alegría pueden complementar la atención médica, demostrando que, a veces, una sonrisa puede ser la mejor medicina para los más pequeños.