El Centro de Salud Isla de Oza celebra el Día Mundial de la Diabetes con una actividad que demuestra cómo la actividad física puede mejorar significativamente los niveles de glucosa en sangre, reforzando la importancia de hábitos saludables.
El 14 de noviembre pasado, el Centro de Salud Isla de Oza, ubicado en el distrito de Moncloa, llevó a cabo una actividad especial para conmemorar el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo y que, según la Organización Mundial de la Salud, ha visto un aumento constante en las últimas décadas.
La iniciativa, que forma parte de las acciones de la Dirección Asistencial Noroeste de Atención Primaria, estuvo orientada a sensibilizar a la comunidad sobre la importancia del ejercicio físico y la alimentación saludable en la prevención y el control de esta enfermedad.
Durante la jornada, los pacientes participaron en una sesión de ejercicio de aproximadamente una hora, diseñada para demostrar de manera práctica el impacto positivo del movimiento en los niveles de glucosa en sangre.
Antes de comenzar, se les realizó una medición de glucemia capilar, y posteriormente, tras completar la actividad física, se volvió a medir para evaluar los cambios.
Los resultados fueron reveladores: en muchos casos, la glucosa en sangre descendió entre 2.5 y 6.5 mmol/L (equivalente a entre 45 y 117 mg/dl), evidenciando así la eficiencia de la actividad física en el manejo de la diabetes.
Estos hallazgos no son aislados. Diversos estudios científicos han confirmado que el ejercicio regular ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, disminuir los niveles de glucosa en sangre y reducir el riesgo de complicaciones asociadas a la diabetes tipo 2.
Es importante destacar que, en la historia de la medicina, la actividad física ha sido reconocida como un pilar fundamental en el tratamiento y prevención de esta enfermedad, junto con una alimentación equilibrada y el control del peso.
Al finalizar la sesión, se ofreció fruta de temporada, como ejemplo de una alimentación equilibrada y saludable. Esta actividad no solo sirvió para evidenciar los beneficios inmediatos del ejercicio, sino que también reforzó el mensaje de autocuidado y adopción de hábitos saludables entre los asistentes.
El compromiso del Centro de Salud Isla de Oza con la salud comunitaria y la educación sanitaria es una muestra más de cómo la Atención Primaria trabaja para poner al paciente en el centro de la atención.
La diabetes, que presuntamente ha llegado a convertirse en una de las principales causas de mortalidad en Europa, puede ser controlada y, en muchos casos, evitada mediante acciones preventivas como estas.
Es importante recordar que, según datos históricos, el control del estilo de vida ha sido clave en la lucha contra esta enfermedad. La actividad física regular y una buena alimentación son considerados por expertos como los mejores aliados en la prevención, además de reducir la carga sobre los sistemas sanitarios.
La actividad que se realizó en el Centro de Salud Isla de Oza es solo un ejemplo de cómo las acciones comunitarias pueden marcar una diferencia significativa en la vida de las personas afectadas por la diabetes, promoviendo un enfoque más preventivo y menos dependiente de los tratamientos farmacológicos.
En definitiva, esta iniciativa refuerza el mensaje de que mantener una vida activa y cuidarse a través de una dieta equilibrada no solo ayuda a controlar la glucosa, sino que también mejora la calidad de vida y el bienestar general de la población.
La lucha contra la diabetes continúa, y acciones como estas son vitales para construir comunidades más saludables y resilientes.