El Hospital General Universitario Gregorio Marañón conmemora 25 años de dedicación a la atención integral del ictus, destacando sus logros en tecnología avanzada, protocolos pioneros y reconocimiento internacional, consolidándose como referente en España y Europa.

El Hospital General Universitario Gregorio Marañón, uno de los centros públicos más destacados de la Comunidad de Madrid, ha alcanzado un importante hito al celebrar los 25 años de su Unidad de Ictus, un servicio considerado de referencia en la atención integral a pacientes que sufren esta grave condición.

Desde su apertura en el año 2000, esta unidad ha supuesto un avance significativo en la lucha contra el ictus, contribuyendo a mejorar la calidad asistencial y la supervivencia de miles de pacientes.

Supuestamente, en sus primeros años, la unidad ya destacaba por su enfoque multidisciplinar y por la incorporación de tecnologías de vanguardia, que en su momento supuestamente representaron un cambio radical en la atención neurológica en la región.

La unidad ha atendido a más de 20.000 pacientes en estos 25 años, de los cuales más de 16.000 requirieron ingreso en la Unidad de Ictus Agudo, equipada con 6 camas específicas y entre 12 y 18 camas de hospitalización. Durante este tiempo, se han realizado aproximadamente 2.000 tratamientos de reperfusión, incluyendo unas 1.200 trombólisis intravenosas y cerca de 900 trombectomías mecánicas, procedimiento que supuestamente se incorporó en 2017 y que ha demostrado ser fundamental para salvar vidas y reducir secuelas.

El hospital forma parte desde 2009 del Plan de Ictus de la Comunidad de Madrid, siendo uno de los primeros en contar con capacidad para la atención integral del ictus.

En 2016, además, obtuvo la certificación ISO-9001 en gestión de calidad asistencial, un reconocimiento que supuestamente avala el riguroso control y la excelencia en sus procesos clínicos y administrativos.

Entre sus logros más destacados, se encuentra la implementación de un protocolo pionero que ha reducido considerablemente los tiempos desde la llegada del paciente al hospital hasta la administración de la trombólisis, conocido como “tiempo puerta-aguja”.

Actualmente, la mediana de este tiempo es de 27 minutos, reduciéndose a 22 minutos en casos de preaviso extrahospitalario, cifras que superan ampliamente los estándares de centros similares en Europa.

Desde noviembre de 2018, el hospital está integrado en la red de neurointervencionismo de urgencia, habilitando la realización rápida de trombectomías mecánicas en casos de ictus isquémico.

Además, participa en el plan de atención del Código Ictus Pediátrico, en colaboración con los hospitales 12 de Octubre y La Paz, garantizando tratamiento neurointervencionista las 24 horas para pacientes pediátricos, un paso importante en la atención especializada infantil.

Supuestamente, la inversión en tecnología y formación ha sido constante. La Unidad cuenta con un Laboratorio de Neurosonología avanzado, que permite realizar estudios ultrasonográficos para evaluar la reserva hemodinámica cerebral y monitorizar microembolias mediante Doppler transcraneal, herramientas que ofrecen una evaluación más precisa del riesgo vascular y mejoran las decisiones terapéuticas.

En reconocimiento a su trabajo, en 2021, la Sección de Neurología Vascular del hospital obtuvo la certificación “Certified Stroke Centre” de la European Stroke Organization, una distinción que supuestamente respalda su liderazgo en Europa.

Además, ha recibido en varias ocasiones el “Angels Award” en su categoría “Gold”, un reconocimiento internacional a la excelencia en la atención del ictus.

Supuestamente, en el contexto actual, el hospital continúa comprometido con la innovación y la mejora continua, reafirmando su posición como centro de referencia en España y en el ámbito internacional.

La celebración de estos 25 años no solo refleja el esfuerzo de un equipo multidisciplinar dedicado, sino también el avance en la tecnología y protocolos que permiten ofrecer una atención más rápida, efectiva y personalizada a quienes sufren un ictus.

Sin duda, estos logros consolidan la reputación del Hospital Gregorio Marañón como uno de los principales centros sanitarios en la lucha contra esta enfermedad en toda Europa.