Investigadores del Hospital Clínico San Carlos destacan cómo la interacción con perros mejora la autoestima y reduce la ansiedad en pacientes con trastornos de la conducta alimentaria.

En Madrid, los profesionales del Instituto de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos han llevado a cabo un estudio que pone de relieve los efectos positivos del ocio asistido con animales en pacientes que sufren trastornos de la conducta alimentaria.

Este enfoque innovador no solo reduce la ansiedad, sino que también mejora la autoestima y el estado de ánimo de los adultos diagnosticados, como demuestran los resultados de esta investigación.

Durante el estudio, que se realizó con la colaboración de la Fundación Diversión Solidaria y Dogtor Animal, once pacientes de entre 18 y 35 años, en su mayoría mujeres (90%), participaron voluntariamente en un programa terapéutico que incluía sesiones con perros a lo largo de seis meses.

Cada sesión estructurada se llevó a cabo en grupos pequeños para facilitar la interacción entre los pacientes, el animal y un equipo de profesionales compuesto por un terapeuta ocupacional, una psicóloga y una experta en intervención asistida con animales.

A lo largo de 13 sesiones, los investigadores observaron cambios significativos en el estado emocional de los participantes. La doctora Marina Díaz-Marsá, jefa de sección de Psiquiatría del hospital y principal investigadora del estudio, explicó que las escalas y cuestionarios utilizados evidenciaron una notable mejoría en el estado de ánimo y en la percepción de la imagen corporal de los pacientes tras las sesiones.

Los niveles de tristeza, ansiedad e ira descendieron, mientras que los índices de alegría se incrementaron.

Específicamente, antes de comenzar el programa, los sentimientos predominantes entre los pacientes eran el agobio (36%) y la tristeza (32%). Sin embargo, tras participar en las sesiones asistidas con los perros, un 69% de los pacientes reportó un aumento en la sensación de calma, además de que la tristeza y el miedo disminuyeron drásticamente.

Estos hallazgos sugieren que la intervención tiene un impacto positivo en la ansiedad y la salud emocional en el corto plazo.

Aunque todos los participantes valoraron positivamente el programa, manifestando una sensación de calma y confianza, es importante señalar que no se puede precisar exactamente qué parte de esta mejoría se atribuye únicamente al programa de ocio asistido con animales, debido a que el tratamiento de los trastornos alimentarios suele ser multidisciplinario y requiere un enfoque integral que incluye terapia farmacológica.

Los trastornos de la conducta alimentaria afectan a aproximadamente 400,000 personas en España, con un notable predominio entre jóvenes de edades comprendidas entre 12 y 24 años.

De ahí que iniciativas como el ocio asistido con animales puedan ofrecer un enfoque complementario a las terapias convencionales, promoviendo el bienestar emocional y contribuyendo a la recuperación de los pacientes.

Este tipo de actividades no solo benefician la vida de los pacientes en el ámbito personal, sino que también podrían enriquecer el ambiente hospitalario, creando un espacio de apoyo y mejora emocional.

La interacción entre humanos y animales ha sido estudiada en diversas áreas, mostrando efectos positivos en la salud mental como la reducción de la ansiedad y la mejora de la calidad de vida a través de diversos programas de intervención.

El estudio del Hospital Clínico San Carlos resalta la importancia de este enfoque innovador y su potencial en el tratamiento de trastornos alimentarios.