La Comunidad de Madrid destinará 28,7 millones de euros para el mantenimiento de las infraestructuras del Metro en los próximos cuatro años, con el objeto de garantizar una calidad de servicio que, según cifras oficiales, es utilizada cada año por más de 715 millones de viajeros.

En la sesión reciente del Consejo de Gobierno se dio visto bueno a la propuesta de adjudicación del contrato, que se reparte en seis lotes para cubrir las distintas áreas de la red y las instalaciones del suburbano.

El primer lote comprende trabajos de conservación en las líneas 5 y 7 y en el recinto de Canillejas; el segundo abarca las líneas 3 y 12; el tercero se destina a las líneas 9 y 10; el Ramal Ópera – Príncipe Pío se empareja a las líneas 1 y 2; el quinto lote agrupa las líneas 4, 8 y el Metro Ligero 1; y el sexto cubre las líneas 6 y 11.

Estas actuaciones incluyen labores de albañilería, cantería, cerrajería, cristalería, pintura, fontanería, saneamiento, impermeabilización y pocería, entre otras tareas necesarias para la conservación de túneles, depósitos, cocheras y estaciones.

El objetivo es actuar tanto de forma preventiva como correctiva para reducir las incidencias que puedan afectar a la circulación y, en consecuencia, a la experiencia de los viajeros.

Presuntamente, estas intervenciones reforzarán la fiabilidad y la puntualidad del sistema, que ya se presenta como la opción preferida para el desplazamiento diario de millones de personas, especialmente en horas punta y durante campañas de movilidad estacional.

Históricamente, la Comunidad ha ido aumentando progresivamente la inversión en mantenimiento de la red para responder al crecimiento de la demanda y a la complejidad de una infraestructura que ha madurado desde las décadas pasadas, con varias fases de ampliación y modernización que han convertido al Metro de Madrid en una de las redes más extensas de Europa.

Además, el Consejo de Gobierno también ha conocido la propuesta de adjudicación de contratos para el suministro de gas natural en los recintos de Metro de Madrid y Metro Ligero, con una inversión que supera 7,7 millones de euros, destinada a garantizar condiciones adecuadas de climatización y servicios en las instalaciones.

Según fuentes cercanas al proceso, supuestamente la gestión de estos suministros busca reducir posibles interrupciones por fallos en la energía y optimizar costos operativos a largo plazo.

Este conjunto de medidas refleja el compromiso de la Comunidad de Madrid con un transporte público eficiente y seguro.