El Consejo de Gobierno de Madrid otorga la Medalla Internacional de las Artes a Mario Vargas Llosa en honor a su legado literario y su contribución a la cultura hispánica, tras su fallecimiento en abril de 2025.
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado hoy la concesión de la Medalla Internacional de las Artes, un reconocimiento honorífico y póstumo, en honor a la figura del destacado escritor peruano-español Mario Vargas Llosa.
Este galardón se otorga en reconocimiento a su excepcional trayectoria en el mundo de las letras y su papel fundamental en la difusión de la cultura hispánica a nivel mundial.
La Comunidad de Madrid ha destacado que, a pesar de haber recibido en 2010 el Premio Nobel de Literatura, Vargas Llosa no cesó su actividad creativa, sino que continuó enriqueciendo su obra con nuevas publicaciones y proyectos.
La Medalla Internacional de las Artes busca reconocer a personas e instituciones de relevancia internacional en el ámbito artístico que han contribuido a proyectar la región como un centro de referencia cultural.
Esta es la segunda vez que Vargas Llosa recibe este reconocimiento, ya que en 2004 ya había sido distinguido, en una muestra de su vínculo profundo con Madrid.
El autor nació el 28 de marzo de 1936 en Arequipa, Perú. En 1958, a los 22 años, llegó a Madrid para estudiar en la Universidad Complutense, donde obtuvo su doctorado en Filosofía y Letras en 1971. Durante su etapa en la capital española, comenzó a escribir su primera novela, 'La ciudad y los perros' (1963), obra que marcaría un antes y un después en la literatura latinoamericana.
Desde entonces, Madrid se convirtió en su segunda patria, un lugar donde desarrolló buena parte de su carrera y donde forjó conexiones profundas con el mundo cultural.
A lo largo de su vida, Vargas Llosa escribió numerosas obras que abordan temas políticos, sociales y culturales, entre ellas 'Conversación en la catedral' (1969), 'La tía Julia y el escribidor' (1977), 'La fiesta del chivo' (2000) y 'Travesuras de la niña mala' (2006).
Su estilo y su visión innovadora le valieron premios como el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, el Premio Cervantes en 1994, además del Nobel en 2010, galardón que distingue la excelencia en la literatura mundial.
La intensa actividad de Vargas Llosa no se limitó a la escritura. Durante más de 60 años, fue un destacado articulista en diversos medios de comunicación, promoviendo el debate sobre temas políticos y sociales. Además, fue galardonado con más de treinta doctorados honoris causa por universidades de todo el mundo. En 1993, adquirió la nacionalidad española, fortaleciendo aún más sus lazos con Madrid, ciudad que consideraba su hogar adoptivo.
La relación de Vargas Llosa con Madrid fue muy especial. La ciudad no solo fue el escenario donde decidió convertirse en escritor, sino también su refugio y fuente de inspiración. En 2010, fue nombrado Hijo Adoptivo de Madrid y posteriormente, en 2014, se inauguró una biblioteca en la capital que lleva su nombre. La comunidad madrileña también cuenta con dos centros educativos públicos dedicados a su memoria: el Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Mario Vargas Llosa en Las Rozas y el Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA) en Majadahonda, ambos reconocidos por su contribución cultural.
La Comunidad de Madrid ha anunciado además que, en el marco del evento Hispanidad 2025, que conmemora la festividad del 12 de octubre, se organizará una programación especial dedicada a la figura de Vargas Llosa.
Este reconocimiento póstumo refleja la huella imborrable que dejó en la cultura iberoamericana y en la ciudad que tanto lo vio crecer y escribir. La concesión de la Medalla Internacional de las Artes a Vargas Llosa es un homenaje merecido a uno de los escritores más influyentes del siglo XX y XXI, cuya obra continúa inspirando a generaciones en todo el mundo.