Cinco personas mayores de 65 años de Madrid se embarcan en una aventura en el Ártico, enfrentándose a desafíos extremos para demostrar que la edad no es un obstáculo para una vida activa y saludable.
La Consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila, ha expresado su respaldo a un grupo de cinco adultos mayores de 65 años que han sido seleccionados para participar en la segunda edición del Desafío SantaLucía Seniors, una experiencia única que se llevará a cabo del 25 de agosto al 9 de septiembre en las heladas tierras del Ártico.
En un acto previo a su partida, Dávila se reunió con estos valientes participantes, a quienes entregó una bandera de la región madrileña que portarán durante toda la expedición.
Este proyecto, dirigido a personas entre 65 y 80 años, busca promover un estilo de vida activo, saludable y lleno de desafíos, demostrando que la edad no debe ser un impedimento para explorar nuevas fronteras ni para mantenerse en forma física y mental.
Los participantes, que incluyen a dos madrileños, tendrán que afrontar varias jornadas con pruebas de trekking, kayak y vela en condiciones extremas, enfrentándose a temperaturas que pueden bajar de los -20 grados Celsius.
La elección de estos retos responde a la creciente tendencia en la sociedad española y mundial de fomentar un envejecimiento activo, que contribuye no solo a una mejor calidad de vida, sino también a reducir la dependencia y mejorar la salud mental.
El Desafío SantaLucía Seniors ha recibido en esta edición un total de 220 candidaturas, de las cuales solo cinco fueron seleccionadas por su motivación, condición física y espíritu aventurero.
Este tipo de iniciativas están en línea con los esfuerzos del Gobierno autonómico de Madrid por impulsar programas que promuevan la autonomía y el bienestar de las personas mayores.
Entre las acciones destacadas se encuentran las Rutas Culturales, programas de voluntariado y el Plan de Envejecimiento Activo, que busca ofrecer a los mayores oportunidades para mantenerse activos, socializar y desarrollar nuevas habilidades.
Históricamente, la esperanza de vida en España ha aumentado significativamente en las últimas décadas, situándose en torno a los 83 años en promedio.
Esto ha llevado a una mayor atención a la calidad de vida en la vejez, promoviendo actividades que desafían los estereotipos y fomentan la participación activa en la sociedad.
La participación en expediciones como esta no solo aporta beneficios físicos sino también psicológicos, ayudando a combatir el aislamiento y promoviendo una visión positiva del envejecimiento.
El coste de participar en estos programas, que en su momento era simbólico, ha sido cubierto en parte por fondos públicos y patrocinadores privados.
En euros, la inversión en este tipo de actividades puede variar, pero generalmente se estima que una expedición de este calibre cuesta aproximadamente 4.500 euros por participante, incluyendo transporte, alojamiento, equipos y seguros. La Comunidad de Madrid continúa apostando por iniciativas que demuestren que la edad es solo un número y que la aventura y la descubrimiento son posibles en cualquier etapa de la vida.