Profesionales del Centro de Salud Pinto alertan sobre los riesgos de que menores accedan a material sexualmente explícito y subrayan la importancia de una educación adecuada en la infancia y adolescencia.
El Centro de Salud Pinto, situado en la localidad madrileña del mismo nombre, ha organizado recientemente unas charlas informativas dirigidas a padres, madres y educadores del Colegio Mirasur, con el objetivo de promover una educación sexual y afectiva saludable en la infancia y adolescencia.
Estas sesiones, impartidas por el pediatra Enrique Montano y la trabajadora social María Gómez-Ullate, han puesto de manifiesto los peligros asociados al acceso a contenidos inapropiados para menores, especialmente a través de la tecnología moderna.
Durante las dos sesiones diferenciadas para cada grupo, los profesionales destacaron que uno de los errores más frecuentes es que los menores accedan a materiales para adultos, que contienen escenas sexualmente explícitas.
Este tipo de contenidos, que circulan fácilmente en Internet, pueden tener efectos negativos en el desarrollo físico, emocional y psicológico de los niños y adolescentes.
La exposición temprana a material sexualmente explícito puede distorsionar la percepción que tienen de la sexualidad, generar confusión y afectar su bienestar emocional.
Asimismo, los expertos alertaron sobre el papel que juegan las plataformas digitales y los dispositivos tecnológicos en el acceso a estos contenidos.
Según datos de investigaciones recientes, un alto porcentaje de menores utilizan smartphones, tablets y ordenadores para navegar por Internet, muchas veces sin supervisión adecuada.
Esto facilita que puedan acceder a páginas no apropiadas para su edad, muchas veces de forma accidental o por desconocimiento.
El uso de tecnología en la actualidad ha revolucionado la forma en que los jóvenes adquieren información, pero también ha abierto nuevas vías de riesgos.
Se estima que en España, cerca del 70% de los menores de 14 años han visto contenidos inapropiados en línea, una cifra que evidencia la necesidad de una intervención educativa y parental efectiva.
La exposición a estos materiales puede afectar su desarrollo afectivo y sexual, generando inseguridades, falsas expectativas y, en algunos casos, problemas de autoestima.
Durante las charlas, se abordaron también las dificultades que enfrentan las familias para controlar el acceso a estos contenidos. Muchos padres sienten que no tienen las herramientas necesarias para supervisar la actividad en línea de sus hijos o para dialogar sobre temas tan delicados como la sexualidad.
Por ello, los profesionales insistieron en la importancia de establecer canales de comunicación abiertos y de ofrecer una educación sexual basada en valores, respeto y verdad.
Como siguiente paso, a petición de los asistentes, se planea organizar una sesión exclusiva para los alumnos, con el fin de reforzar conceptos y promover una actitud responsable ante el uso de las tecnologías.
Desde el Centro de Salud Pinto, que forma parte de la Dirección Asistencial Sur de Atención Primaria, se subraya que la educación y la prevención son fundamentales para proteger a los menores y facilitarles una comprensión sana y natural de la sexualidad.
En un contexto global donde la digitalización avanza a pasos agigantados, resulta crucial que las instituciones, familias y educadores trabajen conjuntamente para ofrecer a los menores las herramientas necesarias para enfrentarse a los riesgos y garantizar su desarrollo integral.
La formación en estos temas, además de promover una sexualidad responsable, ayuda a evitar problemas futuros relacionados con la salud mental y emocional, aspectos que deben ser prioridad en la sociedad actual.