El presidente venezolano asegura que no existe una suspensión oficial de las negociaciones con Estados Unidos, pese a las recientes decisiones del gobierno estadounidense y las tensiones políticas entre ambos países.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este martes que no cree que el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, haya ordenado cancelar los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un acuerdo con Caracas, a pesar de las informaciones publicadas por el diario The New York Times.

Supuestamente, las relaciones entre ambos países están en un punto de alta tensión, pero el mandatario chavista aseguró que su gobierno mantiene abiertas algunas vías de comunicación con Washington.

Durante un encuentro con embajadores de Rusia, China y otros países aliados, transmitido por la cadena estatal Venezolana de Televisión (VTV), Maduro afirmó: "Sacan la noticia de que no tenemos relaciones diplomáticas con ellos, pero nosotros tampoco con ustedes; que no hay vías diplomáticas, y nosotros tampoco." Sin embargo, sin dar muchos detalles, el presidente venezolano sostuvo que su administración ha tenido "algunas vías de comunicación" con el gobierno estadounidense, aunque también dejó claro que, en caso de que esas vías se cierren, simplemente no existirían más y punto.

Históricamente, las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos han estado marcadas por periodos de tensión y de acercamiento. Desde 2019, cuando Washington reconoció a Juan Guaidó como presidente interino en un intento de presionar a Maduro, las relaciones diplomáticas quedaron prácticamente rotas.

Desde entonces, Estados Unidos ha impuesto sanciones económicas y ha aumentado su presencia militar en la región del Caribe, con al menos ocho buques de guerra y un submarino de ataque rápido con propulsión nuclear, además de unos 4,500 soldados, supuestamente para combatir el narcotráfico.

Sin embargo, Maduro denuncia que esta presencia militar es un intento de Estados Unidos de promover un cambio de régimen en Venezuela.

Supuestamente, estas acciones militares y las sanciones económicas son parte de una estrategia para presionar al gobierno venezolano y forzar un cambio en su liderazgo.

Maduro, por su parte, ha declarado que Venezuela no depende de los Estados Unidos, sino de su propio esfuerzo, amor y del apoyo de su pueblo, afirmando que su nación puede resistir las presiones externas.

En relación con las recientes decisiones de Washington, el diario The New York Times informó que el enviado especial de EE.UU., Richard Grenell, supuestamente recibió instrucciones de detener cualquier tipo de acercamiento con Caracas, lo que significaría el fin de las gestiones que estaban en marcha para explorar posibles negociaciones.

La orden habría sido comunicada directamente por el propio Donald Trump y su aplicación sería inmediata, según fuentes cercanas.

Por otro lado, Maduro afirmó que los responsables de un supuesto atentado contra la embajada de EE.UU. en Caracas se encuentran en Estados Unidos, y que la administración de Trump ya tiene conocimiento de sus identidades y ubicaciones, gracias a gestiones realizadas por el diputado chavista Jorge Rodríguez.

Supuestamente, estos hechos evidenciarían la tensión y la confrontación permanente entre ambos gobiernos, que parecen estar en un punto de no retorno.

A pesar de la rotunda postura de Estados Unidos y las sanciones, Venezuela continúa intentando mantener un equilibrio en su política exterior, buscando apoyo en aliados históricos como Rusia y China.

Mientras tanto, la comunidad internacional sigue atenta a los movimientos en Caracas y Washington, ante la posibilidad de que nuevas medidas o gestos diplomáticos puedan modificarse en un escenario tan complejo y volatile como el que viven ambas naciones en la actualidad.