El presidente venezolano Nicolás Maduro anunció que las festividades navideñas comenzarán desde el 1 de octubre, en un intento por levantar el ánimo del país ante la tensión con Estados Unidos y los desafíos económicos que enfrentan los venezolanos.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sorprendió a la población al anunciar que las fiestas navideñas en el país se adelantarán y comenzarán oficialmente desde el próximo 1 de octubre.
La decisión, que fue comunicada durante su programa semanal 'Con Maduro +' transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), busca, según afirmó el mandatario, promover la alegría, la cultura y la economía en un momento de alta tensión internacional.
Supuestamente, esta medida se toma en medio de las crecientes tensiones entre Caracas y Washington, debido al despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe, cerca de las costas venezolanas.
La presencia de fuerzas navales y la posible intervención en la región han generado preocupación en el gobierno venezolano, que busca fortalecer el ánimo y la unidad nacional a través de iniciativas como el adelanto de las festividades.
Maduro explicó que esta decisión forma parte de una estrategia para defender el derecho de los venezolanos a la felicidad y la celebración, independientemente de las dificultades políticas o económicas.
"Vamos a aplicar la fórmula de otros años, que nos ha ido muy bien, para la economía, para la cultura, para la alegría, la felicidad, y vamos a decretar que desde el 1 de octubre arranca la Navidad en Venezuela otra vez, este año también", afirmó.
El mandatario también destacó que 2025 ha sido un año de avances y recuperación, a pesar de las dificultades. "De las dificultades ha surgido lo mejor de nosotros, la capacidad de rehacernos y de reconstruirnos", sostuvo. Presuntamente, estas palabras buscan motivar a los venezolanos que enfrentan una inflación que, según estimaciones no oficiales, ronda el 250% anual, y una grave escasez de productos básicos.
Desde que Maduro llegó al poder en 2013, ha decretado en varias ocasiones el inicio anticipado de la Navidad. La última vez fue en septiembre del año pasado, en un acto de agradecimiento a la población por su apoyo tras las elecciones presidenciales de julio, en las que su victoria fue cuestionada por la oposición y organizaciones internacionales.
Supuestamente, la decisión de adelantar las festividades también busca contrarrestar el impacto de la crisis económica, que ha provocado que muchas familias venezolanas tengan que recurrir a mercados informales y a la economía informal para sobrevivir.
La escasez de alimentos y medicinas, junto con la depreciación del bolívar, han hecho que la celebración de la Navidad sea cada vez más difícil.
Por otro lado, la tensión internacional y la presencia militar estadounidense en la región aumentan la incertidumbre. Expertos presuntamente señalan que esta situación podría generar una escalada de conflictos en el Caribe, afectando también a países vecinos como Colombia y Brasil.
A pesar de ello, Maduro insiste en que la decisión de adelantar las fiestas busca fortalecer el espíritu de unidad y esperanza en un país que, según sus palabras, ha sabido sobreponerse a las adversidades y seguir adelante.
Los venezolanos, acostumbrados a las crisis, esperan que esta medida sirva para aliviar un poco el peso de una realidad marcada por la incertidumbre y el desafío constante de reconstruir un país en crisis.