Un turista británico falleció en la ciudad de Estambul después de someterse a un procedimiento de trasplante capilar en una clínica privada. La víctima, cuyo nombre no ha sido divulgado por motivos de privacidad, viajó exclusivamente desde su país para realizarse la intervención en la reconocida clínica CINIK, ubicada en el distrito de Besiktas, una de las zonas más turísticas y concurridas de la ciudad.

El procedimiento, que supuestamente fue realizado el pasado lunes, duró aproximadamente cinco horas y se enmarcó dentro de la creciente tendencia de turistas que viajan a Turquía en busca de tratamientos estéticos a precios más accesibles y con estándares considerados competitivos en la región.

Sin embargo, la operación tuvo un desenlace trágico cuando, tras salir del quirófano, la salud del paciente se complicó. La clínica informó que el paciente presentó signos de complicaciones que requerían atención médica urgente.

Supuestamente, fue trasladado de inmediato a un hospital cercano, donde los médicos intentaron salvarle la vida. No obstante, los esfuerzos no fueron suficientes y el turista perdió la vida horas después. La causa exacta de su fallecimiento aún está siendo investigada, aunque presuntamente podría estar relacionada con una reacción adversa o una complicación durante o después de la cirugía.

Este incidente ha generado gran conmoción en la comunidad turística y médica, y ha puesto en duda la seguridad de algunos procedimientos estéticos realizados en clínicas privadas en Turquía, un país que en los últimos años se ha consolidado como uno de los destinos líderes en turismo médico en Europa y Oriente Medio.

Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido, supuestamente confirmaron que están asistiendo a la familia de la víctima para esclarecer los hechos y determinar si hubo alguna negligencia o incumplimiento de protocolos en la clínica CINIK.

Además, la justicia turca ha iniciado una investigación formal por