Una joven madre de dos hijos en Neuquén enfrenta una batalla por su vida después de someterse a una intervención sencilla que se complicó gravemente. La historia revela fallos en la atención médica y la búsqueda de justicia por parte de su familia.

Alison Calfunao, una mujer de 30 años y madre de dos niños de 3 y 7 años, acudió el pasado 9 de junio a la clínica San Lucas en Neuquén, Argentina, con la intención de realizarse una intervención considerada sencilla y común: ligarse las trompas de falopio, un método anticonceptivo permanente que supuestamente es una de las operaciones más seguras y rápidas en el ámbito quirúrgico.

Sin embargo, lo que comenzó como un procedimiento rutinario se convirtió en una pesadilla para Alison y su familia. Hasta la fecha, la joven madre continúa conectada a un ventilador y en estado crítico, tras sufrir complicaciones severas que incluyeron un trasplante de corazón y la amputación de una pierna.

La historia de Alison es un reflejo de las posibles fallas en el sistema de salud y de la vulnerabilidad de los pacientes ante errores médicos. Durante la intervención, la paciente sufrió dos paros cardíacos, lo que supuestamente dejó su corazón completamente detenido en varias ocasiones.

Debido a la gravedad del cuadro, fue trasladada con urgencia a la clínica Pasteur, que cuenta con mayor infraestructura para atender emergencias de este tipo.

Las complicaciones no terminaron allí. Presuntamente, mientras permanecía en la clínica Pasteur, Alison desarrolló una trombosis en uno de sus pies y una infección que, ante la gravedad de la situación, obligó a los médicos a amputar la extremidad por encima de la rodilla.

La familia, en declaraciones a medios locales, asegura que esta amputación fue la única forma de salvar su vida en ese momento.

Después de la cirugía, Alison fue trasladada al Hospital Italiano de Buenos Aires, donde el 17 de junio recibió un trasplante de corazón. Desde entonces, su estado ha sido considerado estable, pero su recuperación física y psicológica aún continúa en proceso. La madre de la joven, Carina, expresó en redes sociales su indignación por la falta de explicaciones y responsabilidades por parte de la clínica San Lucas.

Supuestamente, la clínica no se comunicó con la familia en ningún momento tras la complicación, ni ofreció disculpas o aclaraciones. La familia decidió presentar una denuncia ante el Ministerio Público Fiscal de Neuquén, en la Fiscalía de Delitos contra las Personas, en busca de justicia y respuestas.

Carina, en una emotiva entrevista, manifestó: "Solo quiero justicia para Alison y que se esclarezca qué le hicieron en ese quirófano. Quiero saber qué pasó, qué hicieron esos médicos. ¿Por qué terminó sin su corazón y sin una pierna?". La historia de Alison Calfunao ha generado una profunda conmoción en la comunidad y ha puesto en cuestionamiento la seguridad y responsabilidad en procedimientos médicos considerados rutinarios.

Supuestamente, esta no es la primera vez que se reportan complicaciones en procedimientos similares en la región. Históricamente, la medicina en Argentina ha enfrentado críticas por la falta de regulación en algunos centros privados, además de casos donde la atención médica de emergencia no ha sido la adecuada, llevando a tragedias como la de Alison.

El caso ha abierto un debate sobre la necesidad de mejorar los protocolos de atención y la supervisión en clínicas y hospitales, especialmente en procedimientos considerados de bajo riesgo.

La familia exige respuestas y justicia, mientras que la comunidad espera que se esclarezcan los hechos y se tomen medidas para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir.