Marius Borg Høiby, descendiente de la familia real noruega, ha sido imputado por 23 delitos, incluyendo violaciones y amenazas, en un caso que ha conmocionado a la nación escandinava.
El hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega, Marius Borg Høiby, ha sido formalmente imputado por un total de 23 delitos, entre ellos tres acusaciones de violación, dos de ellas sin coito, además de cuatro cargos relacionados con comportamientos sexuales ofensivos, amenazas, vandalismo, abusos y tráfico de sustancias presuntamente ilícitas.
La noticia ha generado un fuerte revuelo en el país nórdico, donde la familia real suele mantener un perfil bajo ante escándalos de esta magnitud.
Supuestamente, la investigación comenzó tras varias denuncias presentadas por diferentes exparejas y testigos que detallaron comportamientos presuntamente delictivos del joven de 28 años.
La policía noruega explicó en una rueda de prensa que el proceso incluyó un análisis exhaustivo de material digital y la declaración de numerosos testigos, lo que llevó a la imputación formal y al envío del caso a la Fiscalía para que decida si presenta cargos definitivos.
El caso también incluye acusaciones de amenazas y vandalismo, delitos que supuestamente ocurrieron en distintas ocasiones y que ahora están siendo evaluados por las autoridades judiciales.
Hasta ahora, otras denuncias por abuso en relaciones íntimas contra una exnovia fueron archivadas por falta de pruebas, aunque la investigación continúa en marcha.
El abogado Andreas Kruszewski, representante de la policía, indicó que "se ha llevado a cabo una pesquisa extensa y detallada, que ha involucrado análisis de datos digitales y entrevistas con múltiples testigos".
Además, afirmó que próximamente la Fiscalía decidirá si formaliza acusaciones en contra de Høiby, quien ha sido detenido en varias ocasiones desde agosto pasado, incluyendo una detención de unas horas tras un incidente en el apartamento de una expareja.
Supuestamente, la residencia del imputado en Skaugum, en la misma propiedad donde viven los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit, fue registrada por las autoridades en busca de evidencias.
En una declaración pública, Høiby admitió que ha enfrentado problemas con el consumo de alcohol y drogas, además de padecer trastornos psíquicos, lo cual podría haber influido en su comportamiento.
La Casa Real noruega ha evitado hacer comentarios oficiales sobre el caso, aunque el príncipe Haakon reconoció la gravedad de las acusaciones, lo que ha generado gran atención en la nación.
Por su parte, la princesa Mette-Marit expresó que el pasado año fue muy difícil para la familia y que han recibido ayuda profesional del sistema sanitario para afrontar la situación.
Se supuestamente que Høiby no tiene responsabilidades oficiales dentro de la Casa Real, aunque participa en algunos eventos familiares, como celebraciones y cumpleaños de sus hermanastros.
La relación con su madre y el resto de la familia real se mantiene, pese a las controversias. La situación continúa en desarrollo y las autoridades judiciales están trabajando para esclarecer todos los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes en este caso que ha estremecido a Noruega en los últimos meses.