La policía argentina detuvo a un joven narcotraficante presuntamente responsable del secuestro y muerte de tres adolescentes en Florencio Varela, en un operativo que lo ubicó en Lima.

En un operativo que ha conmocionado a la opinión pública, las fuerzas policiales de Argentina lograron detener a Victoriano Tony Janzen Valverde, conocido como “Pequeño J”, quien presuntamente sería el cerebro detrás del secuestro, tortura y asesinato de tres jóvenes en la localidad de Florencio Varela, en la provincia de Buenos Aires.

La captura ocurrió este martes en un camión que transitaba por la ciudad de Pucusana, al sur de Lima, Perú, donde supuestamente el joven de 20 años se encontraba oculto.

La operación fue posible gracias a una investigación exhaustiva que logró vincularlo con las víctimas y con la organización criminal que presuntamente lideraba.

Las víctimas, Brenda del Castillo (20 años), Morena Verdi (20 años) y Lara Morena Gutiérrez (15 años), fueron halladas en el fondo de una vivienda en Villa Vatteone tras estar desaparecidas desde el 19 de septiembre.

La fiscalía argentina sostiene que estas jóvenes fueron víctimas de una trampa tendida por “Pequeño J”, quien las habría atraído a una supuesta fiesta, donde presuntamente fueron sometidas a torturas y finalmente asesinadas.

Supuestamente, el líder narcotraficante habría dado la orden de realizar una transmisión en vivo en un grupo cerrado de Instagram, en la que, con mensajes de advertencia, alertó a sus colaboradores sobre la investigación policial en marcha.

Este acto, presuntamente, evidencia su intención de intimidar a quienes intentaban desmantelar su organización.

Victoriano Tony Janzen Valverde, nacido en Perú, supuestamente logró hacerse con el control de una red de narcotráfico a una edad temprana. Según las fuentes policiales, supuestamente entendió rápidamente el negocio ilícito y manejó con extrema crueldad su organización, que operaba en varios puntos de la región.

El caso ha abierto un debate sobre la violencia y la impunidad en las zonas donde el narcotráfico tiene presencia. La historia de “Pequeño J” se suma a una larga lista de jóvenes que, movidos por la ilegalidad, terminan involucrados en crímenes que terminan con vidas truncadas.

La justicia peruana y argentina trabajan en coordinación para esclarecer todos los detalles del caso y garantizar que se haga justicia.

Este tipo de crímenes, que combinan tráfico de drogas, violencia extrema y delitos contra la vida, no son ajenos a la historia latinoamericana, donde en décadas pasadas se han registrado casos similares y donde la lucha contra estas organizaciones continúa siendo una prioridad para las autoridades.

Por ahora, las investigaciones siguen en marcha, y se espera que en los próximos días se puedan esclarecer todos los detalles de este trágico episodio.

La detención de “Pequeño J” representa un golpe importante para las organizaciones criminales, pero también evidencia la necesidad de fortalecer las políticas de seguridad y prevención en la región.