Una nueva ola de bombardeos israelíes ha impactado varias regiones de Irán, incluyendo ciudades estratégicas y puntos clave en su infraestructura militar y nuclear, elevando la tensión en la región.
Este sábado, Israel llevó a cabo una serie de ataques en diferentes localidades de Irán, afectando al menos cuatro puntos en el territorio persa, según informaron medios oficiales del país.
En la ciudad de Tabriz, ubicada en el noroeste de Irán y considerada un importante centro industrial y cultural, las fuerzas israelíes alcanzaron varias ubicaciones, dejando columnas de humo visible en las imágenes difundidas por la agencia Fars.
Aunque aún no se ha confirmado cuáles fueron los objetivos específicos, se sospecha que podrían tratarse de instalaciones militares o estratégicas.
La ciudad de Tabriz, con una historia que se remonta a siglos atrás, ha sido un punto de interés en el contexto de las tensiones regionales, en parte debido a su cercanía con las fronteras de Azerbaiyán.
En los últimos años, Tabriz ha estado en el centro de varias operaciones militares, dado su papel como uno de los centros de comercio y transporte en la región.
Además de los incidentes en Tabriz, se reportaron ataques en las ciudades de Kermanshah y Khorramabad, ambas en la parte oeste del país. Kermanshah, conocida por su historia antigua y su diversidad cultural, y Khorramabad, famosa por su impresionante puente y su fortaleza, también sufrieron impactos de los bombardeos israelíes, que buscan deshabilitar infraestructura militar y reducir las capacidades de defensa de Irán.
Por si fuera poco, en la madrugada de este sábado, un ataque impactó el aeropuerto de Mehrabad en Teherán, la capital del país. Según informó la agencia IRNA, el objetivo sería un hangar de aviones de combate, aunque las autoridades aseguraron que las instalaciones principales, incluyendo las pistas y edificios, permanecieron intactas y operativas.
La operación, que se suma a la serie de bombardeos, refleja la escalada en la tensión entre ambos países, que en los últimos años han visto un aumento en los enfrentamientos militares y ataques de represalia.
Desde el pasado viernes, Israel ha llevado a cabo una ofensiva contra varias infraestructuras en Irán, incluyendo instalaciones nucleares, bases militares y sitios civiles.
Entre los objetivos principales estaban las plantas de enriquecimiento de uranio en Fordó y Natanz, conocidas por su papel en el programa nuclear iraní, así como el aeropuerto de Mehrabad y varias bases militares estratégicas.
Las autoridades iraníes han reportado un saldo de 78 muertos y 320 heridos como resultado de estos ataques, que han afectado tanto a personal militar como a civiles.
Se cree que algunos de los fallecidos son altos cargos en las Fuerzas Armadas y en el ámbito nuclear, lo que indica la gravedad de la escalada.
En respuesta, Irán no ha permanecido de brazos cruzados. La noche del sábado, lanzaron al menos tres ataques con misiles contra Tel Aviv, en Israel, causando la muerte de tres civiles y dejando a 38 heridos, según informes del gobierno israelí.
Esta represalia refleja la elevada tensión en la región y la posibilidad de un conflicto de mayores dimensiones si no se encuentran vías de diálogo.
Históricamente, la región ha sido escenario de enfrentamientos desde hace décadas, con episodios que datan de la Revolución Islámica en Irán en 1979 y las guerras entre Irán e Irak en los años 80.
La presencia de armas nucleares y la proliferación de conflictos en Oriente Medio hacen que cada incidente tenga repercusiones a nivel internacional. La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, con llamados a la calma y a la búsqueda de soluciones diplomáticas para evitar una guerra de mayor escala en la región.
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