Las fuerzas israelíes han llevado a cabo nuevos bombardeos en Irán, incluyendo la sede de una agencia del Ministerio de Defensa y varias instalaciones militares, en un intento por frenar el avance de su programa de armamento.
El ejército israelí aseguró este viernes haber llevado a cabo una serie de ataques contra objetivos estratégicos en Irán, en un esfuerzo por limitar el desarrollo de tecnologías militares avanzadas en ese país.
Entre los lugares bombardeados se encuentra la sede de la Organización de Innovación e Investigación Defensiva (SPND por sus siglas en inglés), una agencia vinculada al Ministerio de Defensa iraní encargada de la investigación y desarrollo de tecnologías emergentes con fines militares.
Según un comunicado oficial, las fuerzas israelíes también atacaron varias instalaciones militares en las cercanías de Teherán, incluyendo decenas de blancos relacionados con la producción de misiles.
Estas instalaciones, que llevan años en funcionamiento, son consideradas piezas clave en la infraestructura militar iraní y han sido objeto de ataques previos en los últimos meses.
El SPND fue establecido en 2011 por Mohsen Fakhrizadeh, quien fue considerado el cerebro detrás del programa de armas nucleares de Irán hasta su asesinato en 2020.
La organización ha estado en el centro de la atención internacional por su posible vinculación con proyectos nucleares y tecnológicos militares avanzados.
El comunicado militar detalló que uno de los objetivos alcanzados fue una planta dedicada a la producción de un componente esencial para el programa nuclear iraní, aunque no especificaron cuál de los muchos componentes fabricados en esas instalaciones fue el blanco.
Además, las fuerzas israelíes informaron que atacaron tres lanzaderas de misiles en diferentes puntos del país, así como a un comandante militar que operaba uno de estos sistemas.
Hasta la fecha, Israel afirma haber destruido aproximadamente 200 plataformas de lanzamiento de misiles en Irán, lo que representa cerca de dos tercios del total estimado en ese país.
Sin embargo, un oficial israelí advirtió en una reunión virtual con periodistas que Irán aún dispone de más de 100 lanzaderas operativas, lo que podría representar una amenaza significativa para Israel y sus ciudades.
Estos ataques forman parte de una historia de tensiones crecientes entre Israel e Irán, que han escalado en los últimos años debido a las sospechas internacionales sobre el programa nuclear iraní y su apoyo a grupos militantes en la región.
La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos y países europeos, han expresado su preocupación por la estabilidad de la zona y la proliferación de armas en Medio Oriente.
En términos económicos, el costo de estos ataques y la defensa antimisiles en la región ha sido significativo. Según estimaciones, cada operación militar puede costar millones de euros en recursos y tecnología. La tensión en la zona sigue siendo una fuente de incertidumbre para los mercados globales, que temen una escalada que pueda derivar en un conflicto abierto.
La situación en Irán continúa siendo altamente volátil, con reportes de movimientos militares y aumento en la actividad de las fuerzas de seguridad.
Los analistas internacionales advierten que, pese a los ataques, Irán podría fortalecer su capacidad militar en respuesta, aumentando así la tensión en una región ya de por sí inestable.
La comunidad internacional sigue atentos a los próximos pasos de ambos países y a la posibilidad de que esta escalada pueda tener repercusiones aún mayores en la paz y seguridad regionales.