Diversos congresistas estadounidenses critican la decisión del gobierno de bombardear instalaciones nucleares en Irán, argumentando que fue inconstitucional y que debió contar con la aprobación del Congreso. La polémica se intensifica en medio de la escalada de tensiones en Oriente Medio.
Cientos de congresistas de los partidos Republicano y Demócrata en Estados Unidos han expresado su rechazo ante el reciente ataque militar estadounidense contra tres instalaciones nucleares en Irán.
La operación, que ha generado una fuerte controversia en Washington, fue calificada por muchos legisladores como una acción que viola la Constitución y los procedimientos legislativos correspondientes.
El ataque ocurrió en un contexto de creciente tensión en Oriente Medio, donde Irán y Israel mantienen un enfrentamiento que se ha intensificado en las últimas semanas.
La decisión de bombardear las instalaciones nucleares iraníes fue tomada sin la aprobación explícita del Congreso, lo que ha generado acusaciones de inconstitucionalidad y ha avivado el debate sobre los límites del poder presidencial en la política exterior estadounidense.
El congresista por el Partido Republicano Thomas Massie fue uno de los primeros en manifestar su rechazo en redes sociales, señalando que "esto no es constitucional" y citando la declaración del expresidente Donald Trump, quien anunció el ataque en su momento.
Massie recordó que, conforme a la legislación estadounidense, solo el Congreso tiene la autoridad para declarar la guerra, y que el uso de la fuerza en este caso no había sido autorizado previamente.
Por su parte, el representante demócrata Jim Himes subrayó que los congresistas deben tener una participación activa en decisiones de tal magnitud, antes de que se inicien acciones militares que puedan tener consecuencias duraderas.
En línea con esta postura, Alexandria Ocasio-Cortez afirmó que la decisión presidencial de bombardear Irán sin autorización constituye una violación grave de la Constitución y de los poderes de guerra que le corresponden al Congreso.
La legisladora aseguró que esta acción podría ser motivo suficiente para iniciar un proceso de destitución.
Ocasio-Cortez expresó en sus redes sociales que "la desastrosa decisión del Presidente de bombardear Irán sin autorización es una grave violación de la Constitución y de los poderes de guerra del Congreso".
Además, advirtió que impulsivamente el gobierno estadounidense ha arriesgado a la nación a una guerra que podría prolongarse por generaciones. La congresista agregó que esta acción es "absoluta y claramente, motivo para una destitución".
El representante Sean Casten también se pronunció en contra de la operación militar, señalando que, independientemente de la situación del programa nuclear iraní, ni Trump ni ningún otro presidente tiene autoridad para bombardear un país sin una amenaza inminente para Estados Unidos.
Casten afirmó que tal acción constituye un delito que justifica un proceso de juicio político.
Este conflicto, que se desarrolla en medio de una escalada de hostilidades en la región, ha llevado a que Irán aún no confirme oficialmente ni desmienta el ataque.
Sin embargo, este sería el primer bombardeo estadounidense en el marco del enfrentamiento actual entre Irán e Israel, que desde hace una semana ha visto intercambios de ataques entre ambos países.
Históricamente, la política exterior de EE.UU. ha estado marcada por la supremacía del Congreso en cuestiones de guerra, establecida en la Constitución desde 1787. Sin embargo, en la práctica, los presidentes han llevado a cabo operaciones militares sin la aprobación formal del legislador en múltiples ocasiones, especialmente en las últimas décadas.
La controversia actual refleja las tensiones entre el poder ejecutivo y el legislativo en un momento en que la estabilidad en Oriente Medio está en juego y las decisiones unilaterales pueden tener consecuencias globales.
Irán, por su parte, ha mantenido una postura de cautela, sin confirmar oficialmente el ataque, pero aumentando las tensiones en la región. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia, que puede derivar en un conflicto de mayor envergadura. La situación continúa siendo delicada, y las voces en Washington llaman a respetar los procedimientos constitucionales y buscar una solución diplomática para evitar una guerra prolongada.