Las graves inundaciones en el centro-sur de Texas dejan al menos 27 muertos y múltiples desaparecidos, mientras los equipos de rescate trabajan arduamente para encontrar a las personas afectadas en la zona afectada.

Las recientes inundaciones que azotaron el centro-sur de Texas han causado una tragedia de gran magnitud, con un saldo confirmado de 27 personas fallecidas hasta este sábado, según informaron las autoridades locales.

La cifra de víctimas incluye tanto adultos como niños, siendo estos últimos particularmente afectados en un campamento de verano en la zona. Presuntamente, aún hay más de 20 niñas desaparecidas en el campamento Mystic, situado a orillas del río Guadalupe, en el condado de Kerr, cerca de la localidad de Hunt.

La magnitud del evento ha generado una operación de rescate sin precedentes, con más de 850 personas evacuadas con éxito y varias heridas reportadas.

El sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha Jr., confirmó que se han recuperado los cuerpos de 27 víctimas mortales, de las cuales 18 son adultos y nueve niños. Presuntamente, todavía hay varias personas sin localizar, incluyendo uno de los niños y algunos adultos aún sin identificar. La zona más afectada se encuentra en el área del río Guadalupe, que experimentó una crecida histórica debido a precipitaciones extremadamente intensas en un período muy corto.

En apenas 12 horas, se acumuló más de 30 centímetros de lluvia, elevando el nivel del río a casi 9.9 metros, lo que lo convierte en uno de los niveles más altos registrados en la historia de la región.

El gestor municipal de Kerrville, Dalton Rice, informó que las autoridades aún no tienen una cifra definitiva del total de desaparecidos, debido a la gran afluencia de visitantes en la zona durante las festividades del 4 de julio.

Presuntamente, muchas de estas personas no son residentes habituales, lo que complica los esfuerzos de localización y aumenta la incertidumbre sobre el número total de afectados.

Las labores de rescate continúan con intensidad. Los equipos de emergencia, incluidos policías, bomberos y voluntarios, trabajan en la recuperación de personas y en la evaluación de los daños. La corriente del río ha causado daños en las carreteras cercanas, dificultando el acceso a ciertas áreas y dejando a muchas personas aisladas. La Policía y los equipos de rescate recorren a pie un recorrido de aproximadamente 17 kilómetros a lo largo del río para localizar a los afectados.

Presuntamente, todavía hay muchas personas atrapadas en campamentos y zonas aisladas, y las autoridades no descartan que el número de desaparecidos pueda aumentar a medida que se continúan las operaciones.

En el centro de Kerrville, residentes y visitantes observaban los estragos de la inundación en el parque Louise Hays Park. La corriente arrastró restos de vehículos, árboles arrancados de raíz y pedazos de asfalto, evidenciando la fuerza de la naturaleza. En el agua flotaban restos de tractores, camionetas y un sedán rojo, mientras la tierra y el lodo cubrían las calles cercanas. Las huellas dejadas por la corriente en las carreteras muestran la magnitud del desastre.

El congresista de Texas, Chip Roy, aseguró que ha conversado con el presidente Donald Trump y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem. Presuntamente, ya hay unos 1.000 efectivos desplegados en la región para colaborar en las operaciones de búsqueda y rescate. Trump, por su parte, anunció vía su plataforma Truth Social que Noem viajará próximamente a la zona afectada y que su administración está coordinando esfuerzos con las autoridades locales y estatales para atender esta emergencia.

El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que en un lapso de solo 12 horas, las precipitaciones superaron los 30 centímetros, causando una elevación del caudal del río Guadalupe a niveles récord.

La situación sigue siendo crítica, y las autoridades trabajan sin descanso para encontrar a las personas desaparecidas y brindar ayuda a las comunidades afectadas.

La historia de estas inundaciones se une a un historial de eventos climáticos extremos en Texas, región que ha sido escenario de múltiples desastres naturales en las últimas décadas, en parte debido al cambio climático, que ha provocado un aumento en la frecuencia e intensidad de lluvias intensas y tormentas severas en la zona.