El martes, en uno de los incidentes más sangrientos en Gaza desde el comienzo del conflicto en octubre de 2023, tanques israelíes abrieron fuego contra una multitud que intentaba acceder a camiones de ayuda en Jan Yunis, en el sur del enclave.

Según informes de médicos locales y testimonios presenciales, al menos 59 personas murieron y más de 220 resultaron heridas en este suceso, que refleja la desesperada situación que enfrentan los residentes, quienes luchan por obtener alimentos y suministros básicos en medio de una crisis humanitaria sin precedentes.

Las imágenes difundidas en redes sociales mostraron cuerpos destrozados esparcidos por una calle de Jan Yunis, mientras que en el Hospital Nasser, ubicado en la misma zona, los médicos describieron un escenario caótico con heridos llegando en vehículos civiles, burros y rickshaws, debido a la falta de ambulancias disponibles.

Esta tragedia se convirtió en el día más mortífero desde que se reanudó la ayuda en Gaza en mayo pasado, tras un bloqueo que duró casi tres meses y que dejó a la población en una situación de extremo vulnerabilidad.

Testigos presentes en la escena relataron que las fuerzas israelíes permitieron inicialmente que los civiles se acercaran a los camiones de ayuda, pero de repente comenzaron a disparar proyectiles de tanques contra la multitud.

Alaa, uno de los testigos entrevistados en el hospital, explicó: “De repente, nos dejaron avanzar y obligaron a todos a reunirse, y entonces empezaron a caer proyectiles, proyectiles de tanques”.

La escena era dantesca, con heridos tendidos en el suelo y en los pasillos del hospital, sin suficiente espacio para atender a todos.

Por su parte, el ejército israelí admitió haber disparado en la zona y afirmó que estaba investigando el incidente. En un comunicado oficial, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) explicaron que “una concentración junto a un camión de distribución de ayuda que quedó atascado en Jan Yunis fue identificada esta mañana”, y que “las FDI tienen conocimiento de informes sobre varios heridos por fuego de las tropas tras la aproximación de la multitud”.

La declaración adicional señalaba que lamentaban cualquier daño a personas no implicadas y que trabajaban para minimizar los daños, mientras mantenían la seguridad de sus efectivos.

El balance de víctimas en el día se elevó a al menos 73 fallecidos, incluyendo a 14 personas que murieron en otros enfrentamientos y ataques aéreos en diferentes partes del enclave.

La situación en Gaza sigue siendo extremadamente precaria, con miles de heridos y una población que lucha por sobrevivir. Desde finales de mayo, el Ministerio de Salud palestino ha reportado la muerte de aproximadamente 632 personas y más de 3,200 heridas, en su mayoría civiles que intentan acceder a alimentos y atención médica.

El conflicto en Gaza ha sido marcado por una serie de incidentes violentos casi diarios, en un contexto donde Israel levantó parcialmente el bloqueo total impuesto durante casi tres meses, permitiendo la entrada de ayuda a través de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF).

Sin embargo, esta medida ha sido controvertida, ya que Naciones Unidas la ha rechazado calificándola de inadecuada, peligrosa y que viola la imparcialidad humanitaria.

Israel argumenta que la ayuda es necesaria para impedir que los militantes de Hamás desvíen suministros, una afirmación que Hamás niega rotundamente.

Autoridades de Gaza afirman que cientos de palestinos han muerto intentando llegar a los centros de distribución de la GHF, que en su comunicado del lunes aseguró haber distribuido más de tres millones de comidas en cuatro puntos de entrega sin incidentes.

La situación sigue siendo extremadamente tensa, con la población en un estado de desesperación creciente, mientras los esfuerzos internacionales por aliviar la crisis continúan sin resultados concretos inmediatos.

La comunidad internacional observa con preocupación la escalada del conflicto y la pérdida de vidas civiles, en medio de un escenario que parece no tener una solución a corto plazo.