El gobierno de EE.UU. analiza la posibilidad de sumarse a una campaña aérea contra Irán, mientras la situación sigue en incertidumbre y el presidente Trump mantiene abiertas varias opciones.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está considerando diferentes escenarios en relación con Irán, incluyendo la posibilidad de apoyar una campaña aérea liderada por Israel contra el país persa.
Según informaciones de medios estadounidenses como CBS News y The Wall Street Journal, el mandatario ha dado el visto bueno preliminar para una posible participación en acciones militares, aunque aún no ha emitido una orden final.
De acuerdo con CBS, que cita a una fuente de inteligencia de alto nivel y a un funcionario del Departamento de Defensa, Trump ha dado su aprobación para que EE.UU. se una formalmente a la estrategia aérea de Israel en la región. Sin embargo, a última hora del martes, el propio Trump expresó a sus asesores que estaba retrasando la decisión definitiva, en un intento por esperar a que Irán pudiera modificar su programa nuclear y reducir así la tensión en la región.
El medio estadounidense también señala que, en la Casa Blanca, todavía hay múltiples opciones sobre la mesa. Un alto funcionario, citado por The Wall Street Journal, afirmó que el presidente sigue observando cómo operan los israelíes y evalúa las posibles consecuencias antes de tomar una decisión definitiva.
La incertidumbre se refleja en las declaraciones de Trump en su red social Truth Social, donde afirmó: “¡The Wall Street Journal no tiene idea de cuáles son mis pensamientos sobre Irán!”.
Por su parte, el mandatario ha dejado claro que todavía no ha dado el visto bueno para una intervención militar. En una conferencia de prensa en el Despacho Oval, explicó: “Tengo ideas sobre qué hacer, pero no he tomado una decisión final porque las cosas cambian constantemente”.
Agregó que la situación es dinámica y que, en última instancia, la decisión dependerá de cómo evolucionen los acontecimientos.
El jueves, en una entrevista con los medios, Trump dejó abierta la posibilidad de una acción militar estadounidense en Irán, diciendo: “Puede que lo haga.
Puede que no lo haga. Nadie sabe lo que voy a hacer”. La tensión en la región ha aumentado en las últimas semanas, especialmente tras la cumbre del G7 en Canadá, donde el presidente estadounidense abandonó abruptamente el encuentro el lunes para regresar a Washington y reunirse con su Consejo de Seguridad Nacional.
Entre las medidas adoptadas por EE.UU., Trump exigió en redes sociales la “rendición incondicional” de Irán y amenazó con tomar acciones extremas contra el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jameneí.
Estas declaraciones reflejan la escalada en la retórica y la tensión en una región donde los conflictos políticos, militares y nucleares están en un punto crítico.
Históricamente, las relaciones entre Estados Unidos e Irán han sido tensas desde la Revolución Islámica de 1979, que llevó a la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
En las últimas décadas, las sanciones económicas, los conflictos en Oriente Medio y las amenazas nucleares han marcado la pauta de esta rivalidad. La posibilidad de una intervención militar estadounidense en Irán, aunque todavía no confirmada, genera gran preocupación internacional, dado el potencial impacto en la estabilidad regional y global.
Analistas señalan que cualquier acción militar en Irán podría desencadenar una escalada de violencia en Oriente Medio, afectando a países vecinos y a la economía mundial, especialmente en un contexto donde los precios del petróleo ya han mostrado volatilidad.
La comunidad internacional sigue de cerca los movimientos de Washington, que mantiene una postura de máxima cautela y evaluación constante ante un escenario que podría cambiar en cuestión de horas o días.