Una tragedia en Villa Centenario conmueve a la comunidad tras un accidente fatal causado por un conductor bajo los efectos de drogas. La víctima, una mujer de 48 años, perdió la vida en un impactante episodio que refleja los peligros de la conducción bajo influencia. La familia y vecinos lamentan la pérdida y exigen justicia.

Una tragedia que estremeció a la localidad de Villa Centenario, en Lomas de Zamora, dejó una víctima fatal y un saldo de dolor y desesperanza en la comunidad.

La víctima, Claudia Villagra, de 48 años, falleció en un accidente ocurrido el pasado 18 de mayo cuando se desplazaba en su bicicleta rumbo a su lugar de trabajo.

La mujer, que atendía una peluquería en la zona, fue embestida por un automóvil conducido por un joven que, según las investigaciones, manejaba a una velocidad de aproximadamente 120 kilómetros por hora y bajo los efectos de marihuana.

El impacto fue tan fuerte que Claudia no pudo sobrevivir, falleciendo en el acto. El conductor, identificado como Tobias Alurralde, de 24 años, fue rápidamente trasladado al Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, donde permaneció en estado crítico hasta su fallecimiento el miércoles pasado.

La noticia generó conmoción en la comunidad, que exige mayor control y sanciones más severas contra quienes conducen bajo influencia de sustancias.

Este accidente no es un caso aislado en la región, donde los registros indican un aumento en los incidentes relacionados con el uso de drogas y alcohol al volante.

La historia de Claudia, quien soñaba con un futuro estable y había planeado celebrar 10 años de pareja el próximo 11 de junio, refleja también la vulnerabilidad de quienes usan la bicicleta como medio de transporte diario en zonas urbanas.

La pareja de Claudia, Sergio Quiña, compartió con la prensa que la noche anterior al accidente, ambos se habían quedado abrazados, una muestra del cariño y la esperanza que aún mantenían en medio de la incertidumbre.

Antes de salir a trabajar, Claudia le había preguntado a Sergio si la esperaría a la hora del almuerzo, una simple rutina que, en cuestión de minutos, se convirtió en un trágico recuerdo.

La noticia de su muerte cayó como un balde de agua fría en su entorno cercano. Sergio, destrozado, expresó que intenta encontrar una explicación a algo que, según sus palabras, “no tiene explicación”.

En su dolor, Sergio reveló que no tiene familiares cercanos, solo a sus perros, y que la pérdida de Claudia lo ha dejado completamente solo. La comunidad y las autoridades locales llaman a reflexionar sobre la necesidad de fortalecer las campañas de prevención y control en las calles, para evitar que tragedias como esta vuelvan a repetirse.

La historia de Claudia Villagra se convierte en un recordatorio de los peligros de conducir bajo los efectos de sustancias y la importancia de respetar las normas de tránsito para salvar vidas.