Este domingo, la ciudad de São Paulo fue escenario de una tragedia que ha conmovido a la comunidad local y ha puesto en entredicho la seguridad en los vuelos en globo en Brasil.

Un globo aerostático que transportaba a 30 personas se desplomó en el municipio de Capela do Alto, causando la muerte de una mujer embarazada y dejando a varias personas heridas.

La caída ocurrió después de que el piloto intentara en varias ocasiones realizar un aterrizaje en zonas inapropiadas, según informó la Secretaría de Seguridad de São Paulo en su reporte preliminar.

El incidente ha suscitado una serie de investigaciones, principalmente en relación a la documentación y permisos del globo, ya que las autoridades detectaron que la aeronave operaba con papeles irregulares y únicamente contaba con autorización para vuelos privados.

Tras el accidente, el piloto fue detenido y actualmente está siendo interrogado por la policía bajo sospecha de homicidio culposo, un delito que en Brasil contempla penas que pueden alcanzar hasta 4 años de prisión si se demuestra negligencia.

El hecho ocurrió en un contexto histórico donde los vuelos en globo en Brasil han tenido un crecimiento significativo en los últimos años. Desde principios de siglo, esta modalidad ha atraído a turistas nacionales e internacionales, contribuyendo a una economía local que, en 2022, generó aproximadamente 1,2 millones de euros en ingresos por turismo de aventura y vuelos en globo en el país.

Sin embargo, estos incidentes resaltan la necesidad de reforzar las regulaciones y controles para garantizar la seguridad de los pasajeros.

La víctima mortal, una mujer embarazada, fue atendida rápidamente tras el impacto. A pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia, no pudo superar las heridas y falleció en un hospital cercano. En el mismo incidente, otras diez personas resultaron con lesiones leves, según informaron medios locales. La gravedad del accidente ha provocado una fuerte conmoción en la comunidad y ha generado debates sobre la supervisión de las actividades de turismo aéreo.

Testigos del suceso relataron que el globo salió del municipio de Boituva, conocido por su tradición en vuelos en globo desde hace décadas, y que en su trayecto sobre Capela do Alto, el piloto realizó varias maniobras de aterrizaje que terminaron en dos impactos contra el suelo.

La maniobra final fue la que provocó la caída de los ocupantes, algunos de los cuales quedaron dispersos en un área rural cercana.

Este tipo de accidentes no son aislados en la historia del turismo en globo en Brasil. En 2018, otro incidente en Lagoa Santa dejó varios heridos, lo que llevó a una revisión de las regulaciones y la implementación de controles más estrictos.

Sin embargo, la tragedia de este domingo evidencia que aún existen riesgos y que la seguridad debe ser prioritaria en todas las operaciones aéreas recreativas.

Las autoridades han indicado que continuará la investigación para esclarecer las causas del accidente y determinar responsabilidades. Mientras tanto, la comunidad y las familias afectadas exigen mayor regulación y medidas preventivas para evitar futuras tragedias en actividades de aventura y turismo aéreo en Brasil y específicamente en el estado de São Paulo.