El próximo lunes 27 de octubre, el Ayuntamiento de La Coruña inicia los trabajos para construir una duna de arena en la playa de Riazor, una acción destinada a reforzar la protección del Paseo Marítimo frente a los temporales costeros típicos de la temporada invernal.

La empresa encargada del proyecto utilizará maquinaria especializada a lo largo de la semana, para transportar y esparcir la arena necesaria en el lugar designado.

La estructura de la duna, que superará los dos metros de altura, se colocará en la parte central de la playa, con una distancia securizada respecto al paseo marítimo.

El objetivo principal es reducir el impacto de fenómenos meteorológicos adversos que, en promedio, ocurren entre una y tres veces al año en la zona, y que han causado en el pasado daños en las infraestructuras del litoral.

Este tipo de medidas forma parte de las actuaciones habituales del ayuntamiento para proteger y conservar la costa, una de las regiones más vulnerables ante el cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos.

El año 1995 marcó un punto de inflexión en la historia de las protección de Riazor, cuando la construcción de una primera duna fue respuesta a un fuerte temporal que dañó la antigua balaustrada del paseo.

Desde entonces, estas estructuras se han instalado de manera periódica como medida preventiva, adaptándose a las necesidades de cada temporada.

Una vez finalizada la instalación, técnicos del departamento de Medio Ambiente realizarán revisiones continuas de la estructura para evaluar la necesidad de reforzarla en función de los temporales y condiciones meteorológicas del momento.

La duna permanecerá en su lugar hasta mediados de mayo de 2025, momento en que será retirada para preparar la playa para la temporada de baño, que comienza en torno al 15 de junio.

El coste del proyecto se estima en aproximadamente 50,000 euros, equivalentes a unos 55,500 dólares o 47,200 libras esterlinas, en función del tipo de cambio vigente.

Esta inversión en protección costera refleja la apuesta del Ayuntamiento por fortalecer la resiliencia de sus playas frente a un aumento en la intensidad y frecuencia de los eventos climáticos extremos, previstos en los próximos años debido al cambio climático.

En general, las dunas de arena son consideradas una de las formas más ecológicas y efectivas de gestionar la erosión y proteger las zonas urbanas próximas a la playa, además de ofrecer un hábitat natural para diversas especies.

La experiencia en Riazor demuestra la importancia de aplicar medidas preventivas y de mantenimiento constantes para garantizar la seguridad y conservación de los espacios marítimos en ciudades costeras como La Coruña.