El Ayuntamiento de La Coruña implementa un plan especial durante la alerta naranja para proteger a personas en riesgo de exclusión social.
En La Coruña, Galicia, el pasado viernes se activó una alerta naranja por parte de la Xunta de Galicia, lo que llevó al Ayuntamiento a implementar un plan especial dirigido a reforzar los servicios de protección para las personas que se encuentran en situación de exclusión social.
Entre las medidas adoptadas, se destaca el aumento en la capacidad del Centro Municipal de Atención Continuada.
Este centro, que habitualmente contaba con 30 plazas, ahora tiene capacidad para 40, lo que permite atender a un total de 34 personas que requieren asistencia.
Esta decisión se toma en un contexto de condiciones climáticas adversas, donde la vulnerabilidad de las personas sin hogar se ve incrementada.
Además, el servicio de atención social en la calle ha ampliado su horario, asegurando así una cobertura más amplia durante este periodo de alerta.
Este servicio, impulsado por el Gobierno de Inés Rey, desempeña un papel fundamental en la identificación y ayuda a personas sin techo, habiendo llevado a cabo un número de intervenciones superior al habitual para garantizar el bienestar de quienes más lo necesitan.
El Centro Municipal de Atención Continuada de Padre Rubinos, ubicado en el barrio de Labañou, está diseñado para atender a personas en riesgo de exclusión social, proporcionando espacios de descanso, aseos y salas polivalentes para garantizar una atención integral.
Este centro complementa otros recursos asistenciales que el Ayuntamiento ofrece, operando en horario nocturno desde las 20:00 hasta las 10:00 horas del día siguiente.
El plan especial activado por el Ayuntamiento ante la llegada de la borrasca Éowyn es un claro ejemplo del compromiso de la ciudad con la protección de las personas más vulnerables.
Este esfuerzo garantiza una respuesta efectiva ante situaciones de emergencia meteorológica, que son cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
Históricamente, La Coruña ha mostrado una fuerte solidaridad y capacidad de respuesta ante situaciones de crisis.
En el pasado, frente a emergencias similares, el Ayuntamiento ha implementado planes y recursos para asegurar que las personas más afectadas reciban el apoyo necesario.
Estas acciones no solo son un reflejo de la responsabilidad social del gobierno local, sino también del valor humano y la resiliencia de la comunidad coruñesa.
En conclusión, la gestión activa y la rapidez del Ayuntamiento de La Coruña para ejecutar medidas de protección en situaciones de alerta muestra el interés por preservar la dignidad y la seguridad de los ciudadanos en riesgo.
A medida que se produzcan más eventos meteorológicos extremos, es crucial que se mantenga y potencie este tipo de iniciativas, asegurando que las personas más vulnerables nunca queden desatendidas.