En la ciudad de La Coruña, ubicada en la región de Galicia, las autoridades municipales avanzan en el proceso para definir oficialmente a la urbe como Zona de Mercado Residencial Tensionado.

Esta iniciativa forma parte de un plan estratégico cuyo propósito principal es implementar medidas que permitan regular los costes del alquiler y facilitar el acceso a la vivienda a los habitantes.

Este lunes se llevó a cabo una reunión de la Mesa Sectorial de Vivienda, que estuvo presidida por el concejal de Urbanismo, Rehabilitación y Vivienda, Francisco Díaz Gallego.

En el encuentro se compartieron los avances logrados después de la declaración de La Coruña como Zona de Mercado Residencial Tensionado, una categoría que busca responder a la creciente demanda de regulación frente a los elevados precios del alquiler en la ciudad.

El plan de medidas en elaboración contempla la participación de los principales sectores implicados, incluyendo asociaciones de propietarios, cooperativas, colectivos sociales y entidades del sector inmobiliario.

En la reunión, las entidades presentes aportaron ideas y propuestas para que el documento sea efectivo y tenga un impacto real en el mercado. El concejal Díaz Gallego resaltó la importancia de estas acciones, diciendo: “El acceso a la vivienda es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, y para el Gobierno de Inés Rey es una prioridad ofrecer soluciones inmediatas y efectivas que permitan aliviar la situación actual”.

A lo largo de la reunión, se abordaron aspectos históricos del mercado inmobiliario en La Coruña, que en los últimos años ha sufrido una escalada constante en los precios del alquiler debido a una creciente demanda y a la escasez de oferta asequible.

Desde la crisis económica de 2008, la ciudad ha experimentado una recuperación económica que ha impulsado el sector inmobiliario, pero también ha provocado dificultades para los residentes con rentas más bajas.

La iniciativa de establecer a La Coruña como Zona de Mercado Residencial Tensionado se enmarca en el Plan de Vivienda de Galicia, que busca promover políticas de regulación y protección social en el ámbito residencial.

Para entender la magnitud de la problemática, basta decir que los precios actuales de alquiler en la ciudad oscilan alrededor de 900 euros mensuales, equivalentes a aproximadamente 1650 euros en otras partes de Europa, lo que constituye una de las cifras más altas del país.

La intención del Ayuntamiento es implementar medidas que puedan reducir estos costes y evitar la especulación inmobiliaria.

Además, esta regulación se inspiró en experiencias similares en otras ciudades españolas, donde el establecimiento de límites al incremento de los precios ha logrado estabilizar el mercado y mejorar las condiciones para los inquilinos.

La continuidad en estas acciones busca crear un entorno más equilibrado y justo, garantizando el acceso a una vivienda digna a todos los residentes.

Este proceso de declaración y regulación también contempla la participación activa de diferentes colectivos sociales y vecinales, que a través de asociaciones y organizaciones, reivindican desde hace años una política de vivienda más inclusiva y protectora.

La reunión de esta semana fue solo un paso en un proceso que, se espera, culminará en las próximas semanas con la aprobación definitiva del plan y la adopción de medidas concretas para controlar los precios del alquiler en La Coruña.