El Sevilla se encuentra en un momento delicado en su rendimiento deportivo, con una racha negativa que supera el mes sin victorias en La Liga y una dependencia evidente de su delantera, especialmente tras las dudas generadas en torno a Alexis Sánchez.

La dirigencia del club andaluz ya ha comenzado a explorar opciones en el mercado invernal para reforzar su línea ofensiva y revertir la situación.

Uno de los nombres que más ha resonado en España es el del extremo ucraniano Mykhailo Mudryk, jugador del Chelsea que en enero de 2023 fue adquirido en una operación que supuestamente llegó a costar hasta 100 millones de euros, entre la cuota fija y las variables.

Una inversión que convirtió a Mudryk en uno de los grandes proyectos del club londinense, pero que, presuntamente, no ha dado los frutos esperados hasta ahora.

Supuestamente, la carrera de Mudryk se ha visto frenada en seco tras una sanción por dopaje que lo mantiene alejado de los terrenos de juego desde diciembre de 2024.

La sanción, que supuestamente se derivó por dar positivo por meldonium, le impide competir hasta el 17 de enero de 2026. Aunque en su momento llegó a enfrentarse a una posible suspensión de hasta cuatro años y realizó pruebas de polígrafo para defender su versión, el castigo se mantuvo y ahora el jugador está a la espera de volver a la cancha.

Con más de un año sin disputar partidos oficiales, Mudryk necesita recuperar ritmo y confianza, lo que ha despertado el interés de varios clubes en Europa.

En ese escenario, surge el Sevilla como uno de los posibles destinos para el extremo, que podría llegar en condición de préstamo. Según fuentes cercanas, el director deportivo sevillista, Antonio Cordón, ya habría presentado la propuesta al Chelsea para que el club inglés acepte ceder al jugador, siempre y cuando se asuma la mayor parte de su salario, que presuntamente supera los 4 millones de euros netos anuales (alrededor de 4,5 millones de euros).

La versatilidad de Mudryk, quien ha jugado en varias posiciones en el frente de ataque —como extremo izquierdo, derecho, mediapunta e incluso falso nueve—, lo hace un perfil especialmente atractivo para el técnico Matías Almeyda.

El entrenador ha reclamado mayor profundidad y desequilibrio por las bandas, aspectos que Mudryk podría aportar y que el Sevilla necesita con urgencia.

No obstante, el interés por Mudryk no es exclusivo del Sevilla. El Estrasburgo, que forma parte del mismo conglomerado que controla al Chelsea, supuestamente también ha mostrado interés en el jugador. La relación histórica y las conexiones internas entre ambos clubes podrían dar ventaja a los franceses en esta negociación, ya que en el pasado han intercambiado numerosos jugadores.

La decisión final del Chelsea, sin embargo, podría priorizar el ecosistema interno del grupo BlueCo antes que una cesión a España.

El momento difícil de Alexis Sánchez, quien ha sido criticado duramente tras un error que supuestamente costó puntos importantes en un partido contra Valencia, también refuerza la necesidad de reforzar la ofensiva sevillista.

El chileno, que llegó con la expectativa de aportar experiencia y goles, no ha logrado consolidarse ni influir en los resultados del equipo, lo que ha generado una mayor urgencia por buscar alternativas en el mercado.

En conclusión, con la sanción de Mudryk finalizando en enero y el interés del Sevilla en su cesión, el mercado invernal podría deparar uno de los movimientos más llamativos del fútbol europeo en este período.

La operación todavía está en una fase preliminar, y la decisión del Chelsea y del jugador serán claves para determinar si Mudryk puede convertirse en un refuerzo ofensivo para el Sevilla en la segunda mitad de la temporada, aportando la chispa necesaria para salir de la crisis y retomar el rumbo en La Liga.