River Plate conquistó un importante triunfo en el clásico frente a Boca Juniors, en un partido marcado por polémicas y bajo rendimiento de varios jugadores, incluyendo a Carlos Palacios.

En una edición más del emblemático superclásico argentino, River Plate logró una victoria ajustada de 2-1 frente a su eterno rival Boca Juniors en la jornada 15 de la Liga Profesional de Argentina.

El encuentro, disputado en el Estadio Monumental, estuvo marcado por momentos de tensión y polémicas, especialmente en lo que respecta al desempeño de algunos jugadores de Boca Juniors, entre ellos Carlos Palacios.

El partido comenzó con una jugada brillante del mediocampista Franco Mastantuono, quien sorprendió a la defensa rival con un potente tiro libre que venció la resistencia del arquero Agustín Marchesín en el minuto 25.

La apertura del marcador generó entusiasmo en las tribunas del Monumental, pero la respuesta de Boca no tardó en llegar. En el minuto 38, Miguel Merentiel aprovechó un error en la defensa de River, específicamente de Guillermo Pezzella, para igualar el marcador con una definición precisa.

Sin embargo, antes del descanso, Sebastián Driussi capturó un rebote en el área y colocó a River Plate en ventaja, dejando a los xeneizes con mucho trabajo por delante en la segunda mitad.

La segunda parte estuvo marcada por una estrategia defensiva de Fernando Gago, técnico de Boca, que implicó que los jugadores retrocedieran más de 30 metros buscando recuperar el balón, lo que restó protagonismo en la fase ofensiva y generó críticas entre los fanáticos.

Uno de los aspectos más destacados y controvertidos fue el rendimiento de Carlos Palacios, quien generó un ambiente hostil en las redes sociales y en la cancha.

El mediocampista chileno, quien fue objeto de múltiples comentarios negativos, se mostró completamente desorientado durante el partido y fue considerado por algunos como uno de los peores jugadores del encuentro.

Las críticas no solo provinieron de los hinchas, sino también de periodistas y analistas deportivos, que cuestionaron su participación y actitud.

Además, la conexión entre Palacios y Kevin Zenón fue casi inexistente, mientras que la marca de Kevin Castaño fue implacable, dificultando aún más el desarrollo ofensivo de Boca.

Las redes sociales se llenaron de comentarios que señalaban la pobre actuación del chileno, con expresiones que pedían su salida inmediata del equipo y que destacaban su falta de compromiso.

Por otro lado, Boca Juniors sufrió en varias áreas del campo, con jugadores como Advíncula, Belmonte y Palacios siendo duramente criticados por su rendimiento.

La frustración en la hinchada se reflejaba en las redes sociales, donde expresaron su descontento con mensajes como: “Advíncula no puede seguir en el equipo”, “Palacios está desaparecido” y “Zenón tiene un congelador en el pecho”.

La derrota deja a Boca en una posición complicada en la tabla, con la necesidad de mejorar significativamente su rendimiento en los próximos partidos.

Por su parte, River Plate, con este resultado, reafirma su posición como uno de los favoritos al título, aunque también afronta cuestionamientos por su planteamiento táctico y rendimiento colectivo.

Históricamente, el superclásico argentino es uno de los eventos deportivos más importantes de Sudamérica, con una rivalidad que data de principios del siglo XX.

Los enfrentamientos entre River y Boca han visto momentos de gloria, tragedia y pasión desbordada, convirtiéndose en un símbolo cultural de Argentina.

En 2018, por ejemplo, el partido fue tristemente célebre por la violencia en las tribunas, pero también por la intensidad del juego.

Este enfrentamiento de 2025 refuerza la importancia de la preparación y la estrategia en los partidos de alto calibre, además de poner en evidencia la influencia de los jugadores en los resultados y el sentir de las aficiones.

La expectativa ahora está puesta en cómo ambos equipos responderán en los próximos compromisos, especialmente Boca, que necesita recuperar confianza y mejorar su rendimiento colectivo.