Los seguidores del equipo chileno no pudieron acompañar a su club en el segundo partido del torneo debido a una prohibición que generó polémica y acusaciones de discriminación.
La Universidad de Chile ha tenido un inicio complicado en la fase de grupos de la Copa Libertadores Femenina 2025, disputada en Argentina. En sus dos primeros partidos, las azules lograron sendos empates sin goles, pero lo que ha llamado la atención no solo ha sido el rendimiento del equipo en el campo, sino también la curiosa situación que han vivido sus hinchas en el país anfitrión.
Durante el primer encuentro, la hinchada chilena pudo alentar a las jugadoras desde las gradas del Estadio Florencio Sola, demostrando su apoyo y pasión por el equipo.
Sin embargo, en el segundo partido, las cosas cambiaron de manera drástica. Las autoridades de la Provincia de Buenos Aires prohibieron el ingreso de los seguidores del club chileno al perímetro del estadio, decisión que se mantendrá hasta fines de 2027.
La medida, supuestamente, fue tomada en respuesta a los graves incidentes ocurridos durante un partido del equipo masculino de la Universidad de Chile contra Independiente por la Copa Sudamericana, en el que se registraron enfrentamientos y disturbios.
Este veto ha generado una gran polémica y acusaciones de discriminación por parte de los hinchas. En diálogo con el medio chileno