La Federación Española de Fútbol impone duras multas y sanciones al Sevilla por disturbios durante el clásico ante Betis, que alteraron el desarrollo del partido y generaron controversia en el fútbol español.

El pasado domingo, el fútbol español vivió un episodio que ha generado mucha discusión y preocupación en la comunidad futbolística. El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió sancionar al Sevilla FC tras los disturbios ocurridos durante el clásico contra el Real Betis, en un encuentro que terminó con un marcador de 0-2.

La pelea en la grada y los objetos lanzados desde las tribunas interrumpieron el partido durante 15 minutos, en un incidente que supuestamente ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar la seguridad en los estadios.

La sanción para el Sevilla implica la clausura parcial de su estadio Ramón Sánchez-Pizjuán por tres partidos y una multa económica de aproximadamente 41.000 euros, equivalente a más de 45.000 dólares o unos 38.000 euros en moneda europea, por infracciones consideradas muy graves según el artículo 76.2 del Código Disciplinario de la RFEF. Esta medida busca enviar un mensaje claro sobre la intolerancia a los disturbios en el fútbol y la importancia de garantizar un ambiente seguro para jugadores y aficionados.

Asimismo, el comité solicitó al club sevillista que en un plazo de 24 horas informe sobre los sectores específicos del