La interna del club xeneize se intensifica con la salida de varios jugadores clave tras un rendimiento cuestionado y conflictos internos.
Una situación de máxima tensión se vive en las instalaciones de Boca Juniors tras la reciente decisión del cuerpo técnico, encabezado por Miguel Ángel Russo, de prescindir de la participación de tres jugadores en el plantel profesional.
La medida, que ha generado revuelo en el entorno del club, se produce en medio de una serie de incidentes y cuestionamientos por el rendimiento del equipo durante las últimas semanas.
Supuestamente, la causa principal de la polémica sería el rendimiento pobre del equipo en los últimos partidos, particularmente en la derrota ante Huracán el fin de semana pasado, que dejó a los hinchas y directivos preocupados por el rumbo del equipo.
A raíz de esto, el técnico habría tenido una serie de cruces verbales con algunos jugadores, en especial con Marcos Rojo, uno de los referentes del plantel.
De acuerdo con informaciones difundidas por TyC Sports, Russo habría solicitado a Rojo que no participara en una reunión previa al partido, en la que se discutían aspectos tácticos y de estrategia.
La situación habría escalado hasta un enfrentamiento verbal, que llevó a que el entrenador decidiera apartar al defensor de 35 años y enviarlo a entrenar de forma diferenciada, acompañado por Marcelo Sarachi y Cristián Lema.
Incluso, según ESPN, estos jugadores no podrían acceder al vestuario junto a sus compañeros, una medida que refleja la gravedad de las decisiones tomadas.
Es importante recordar que Marcos Rojo y Russo ya protagonizaron un fuerte enfrentamiento durante el Mundial de Clubes, en el que el entrenador decidió marginar al defensor de la participación en ese torneo internacional, supuestamente por diferencias en la visión táctica y personal.
La tensión entre ambos parece persistir, en un contexto donde el club intenta recomponer su plantilla y mejorar los resultados.
Otra información que circula en medios argentinos indica que los tres jugadores apartados se enteraron de su situación a través de un miembro del personal de utilería del club, lo que generó aún más malestar y dudas sobre la comunicación interna.
Sin embargo, desde Boca Juniors negaron esa versión y aseguraron que los encargados de comunicar las decisiones fueron Raúl Cascini y Marcelo Delgado, ambos miembros del Consejo de Fútbol, que en las próximas semanas deberá definir la reestructuración del plantel.
Por otro lado, Carlos Palacios, la figura chilena que llegó con expectativas altas, continúa entrenando de manera diferenciada debido a molestias en una rodilla.
Supuestamente, algunos medios argentinos especularon que detrás de esto podría haber una supuesta indisciplina, aunque desde el club desmintieron esas versiones.
Palacios, que se perdió partidos importantes ante Atlético Tucumán y Huracán, todavía no tiene claro si estará disponible para el próximo encuentro contra Racing Club.
Históricamente, Boca Juniors ha sido un club caracterizado por su fuerte identidad y disciplina interna, pero también por momentos de crisis que han sacudido su historia, como la famosa gestión de Carlos Bianchi en los años 2000 y los conflictos que surgieron en tiempos recientes.
La actual situación refleja un momento delicado, en el que la dirigencia y el cuerpo técnico deberán encontrar la forma de consolidar un grupo unido y competitivo para afrontar los desafíos venideros en la liga argentina y en competencias internacionales.