Un equipo de investigación en Euskadi desarrolla y patenta una nueva terapia contra el colangiocarcinoma, un agresivo cáncer hepático con altas resistencias a los tratamientos convencionales, abriendo nuevas expectativas en oncología.
En el País Vasco, un grupo multidisciplinar del Instituto de Investigación Sanitaria Biogipuzkoa, en colaboración con la Universidad del País Vasco (EHU), ha logrado un avance significativo en la lucha contra el colangiocarcinoma, un cáncer hepático particularmente agresivo y con un pronóstico difícil, que hasta ahora ha presentado altos niveles de resistencia a los tratamientos convencionales.
Este nuevo desarrollo consiste en una fórmula de quimioterapia innovadora, que ha sido patentada recientemente y ha demostrado tener una eficacia sobresaliente en estudios preclínicos.
El estudio, que ha sido publicado en la prestigiosa revista Journal of Hepatology, no solo abre caminos para un tratamiento más efectivo contra el colangiocarcinoma, sino también para otras neoplasias sólidas resistentes a la quimioterapia tradicional.
El colangiocarcinoma, que afecta a los conductos biliares del hígado, representa aproximadamente el 3% de todos los cánceres hepáticos, y su incidencia ha ido en aumento en los últimos años en diversas regiones del mundo.
Aunque es una patología relativamente poco frecuente, su tendencia a detectarse en etapas avanzadas limita las opciones de tratamiento, limitando a terapias paliativas en la mayoría de los casos debido a la elevada resistencia que estos tumores muestran a los fármacos existentes.
Este avance novel surge en un momento en el que la investigación oncológica busca superar esas barreras. La nueva fórmula, que ha sido desarrollada tras años de investigación, ha demostrado una capacidad notable para reducir la supervivencia de las células tumorales humanas y frenar el crecimiento tumoral en modelos animales.
Lo más relevante es que estos resultados se han obtenido incluso en escenarios donde la enfermedad ya no respondía a otros tratamientos, situando a esta investigación como un rayo de esperanza para pacientes con opciones limitadas.
Desde un punto de vista de seguridad, los estudios realizados hasta ahora indican que la fórmula no presenta efectos tóxicos significativos a dosis terapéuticas, lo que favorece su potencial para avanzar hacia las fases clínicas, en las que se evalúe la eficacia en pacientes reales.
Los expertos involucrados, entre ellos el Dr. Jesús Bañales y el Dr. Fernando Cossío, resaltan que esta ruta terapéutica puede representar un cambio de paradigma en la lucha contra el cáncer hepático resistente, al ofrecer una alternativa con capacidad de superar la resistencia a tratamientos existentes.
La innovación, además, forma parte de un marco de colaboración internacional, contando con investigadores de centros como el Donostia International Physics Center (DIPC), la Universidad de Glasgow en Reino Unido, y la Universidad de Salamanca, en línea con el compromiso del Gobierno Vasco y otras instituciones como la Fundación Ikerbasque y el Instituto de Salud Carlos III.
La financiación aportada por estos entes, equivalente a aproximadamente 55 millones de euros en la moneda local, refleja la apuesta por potenciar la investigación en salud en Euskadi.
Desde un enfoque histórico, es importante señalar que los avances en la atención contra el cáncer hepático han sido climáticos. Décadas atrás, las opciones eran muy limitadas, y la esperanza de vida a cinco años apenas superaba el 10%. Sin embargo, con el avance científico y tecnológico, estos porcentajes se han multiplicado gracias al desarrollo de nuevas terapias, diagnósticos precoces y enfoques multidisciplinarios.
La fórmula desarrollada en Euskadi representa un paso más en esa línea de progreso y, con la futura realización de ensayos clínicos, se espera que pueda ofrecer una alternativa real y efectiva a pacientes en situación desesperada.
En definitiva, esta investigación en Euskadi pone de manifiesto el potencial del trabajo conjunto entre centros académicos, instituciones sanitarias y organismos públicos, para transformar la lucha contra el cáncer desde sus raíces.
La comunidad científica confía en que, en los próximos años, estos avances puedan traducirse en tratamientos accesibles y eficaces, mejorando significativamente las tasas de supervivencia y calidad de vida de los afectados por este tumor hepático tan desafiante.