El Departamento de Salud del Gobierno Vasco muestra su desacuerdo ante la significativa reducción en la oferta de plazas en la Facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco (EHU) para el próximo curso, afectando la formación en euskera y la calidad del sistema sanitario.
En el País Vasco, la colaboración entre las instituciones educativas y el sistema de salud ha sido fundamental para garantizar una formación de calidad y responder a las necesidades de la población.
Uno de los compromisos alcanzados previamente entre el Departamento de Salud y la Universidad del País Vasco (EHU) era incrementar en 40 el número de plazas en la carrera de Medicina en euskera para el curso 2025/2026.
Sin embargo, la realidad ha sido otra, ya que la universidad ha reducido unilateralmente esa cifra a solo 16 plazas, lo que representa una disminución del 60% respecto a lo acordado.
Este cambio ha generado una gran preocupación en el Departamento de Salud, que señala que esta reducción implica un deterioro en la oferta educativa y, en consecuencia, puede afectar la formación de los futuros profesionales sanitarios en el sistema vasco.
La facultad de Medicina de la Universidad del País Vasco es clave para la formación de profesionales que trabajan en hospitales y centros de salud en toda la región.
La iniciativa de ampliar las plazas en euskera fue fruto de una necesidad identifiable desde hace años, para atender la demanda lingüística y mejorar el acceso a la formación en la lengua vasca.
Desde el Departamento de Salud, subrayan que la propuesta inicial de 40 plazas era necesaria, legal y factible. La ampliación se fundamentaba en un análisis profundo de las necesidades demográficas y del sistema sanitario, además de contar con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, equivalente a aproximadamente 42.000 euros por plaza. La reducción unilateral por parte de la universidad implica también una merma en la excelencia educativa y en la calidad del sistema sanitario vasco, ya que los profesionales formados en esta facultad representan la cantera de médicos y enfermeros que abastecen nuestros hospitales y centros de atención primaria.
El acuerdo inicial fue posible gracias a gestiones realizadas durante la primera visita del Departamento de Salud a las instalaciones de la universidad en los primeros meses de la actual legislatura.
En aquella ocasión, se acordó trabajar en una oferta total de al menos 400 plazas de Medicina en Euskadi, de modo que han de mantener una gradual integración de las 168 plazas en euskera y las 200 en castellano planteadas en los planes anteriores, en un equilibrio que favorezca tanto a la lengua vasca como a la formación profesional.
Además, el Gobierno Vasco, a través del Departamento de Salud, ha promovido una serie de proyectos para fortalecer la colaboración entre ambas instituciones, incluyendo la construcción de un nuevo edificio para la Facultad de Medicina y Enfermería junto al Hospital Universitario Basurto, además de infraestructuras docentes en los campus de Araba y Gipuzkoa, y nuevas clínicas odontológicas en Bilbao.
Todo ello forma parte del compromiso de incrementar las capacidades formativas y mejorar la investigación en salud en la región.
Por otro lado, el acuerdo de colaboración actualmente en vigor favorece también la formación en atención primaria y comunitaria, con iniciativas como el Aula de Medicina Familiar y Comunitaria, creada en 2018, que trabaja en docencia, investigación y transformación de los resultados para mejorar la atención en salud pública.
En un contexto histórico, la promoción del uso del euskera en los estudios universitarios ha sido una prioridad para el Gobierno Vasco. Se busca, desde hace décadas, normalizar la presencia del idioma vasco en todos los ámbitos académicos y profesionales, en línea con la Constitución Española y la Ley de Normalización Lingüística, que reconocen y promueven el uso del euskera en la administración pública y la educación.
La reducción de plazas en esta carrera vital para el sistema sanitario de Euskadi puede tener efectos negativos a largo plazo, no solo en la cantidad de profesionales disponibles sino también en la calidad de la formación, el conocimiento del idioma en el sector salud y la prestación de un servicio en lengua vasca.
La comunidad educativa y los organismos responsables de salud en la región siguen alerta ante esta situación, y llaman a la calma y a buscar soluciones que permitan mantener el compromiso de ampliar y mejorar la formación sanitaria en Euskadi.