El Gobierno Vasco presenta un plan de transformación del sistema de salud, con inversiones récord y reformas estructurales para garantizar una atención más eficiente, equitativa y centrada en la comunidad.
En Euskadi, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha dado un paso decisivo hacia la modernización de su sistema sanitario público, enmarcado en un proceso de profunda transformación con el objetivo de responder a los desafíos actuales y futuros.
El consejero de Salud, Alberto Martínez, compareció recientemente en la Comisión de Salud del Parlamento Vasco, acompañado por sus viceconsejeros y la directora general de Osakidetza, para explicar los avances y las nuevas medidas previstas.
El sistema sanitario vasco, con más de cuatro décadas de historia propia, se ha consolidado a nivel internacional gracias a indicadores como la esperanza de vida, niveles de mortalidad evitable y la equidad social en la atención.
Sin embargo, los cambios sociales, demográficos, epidemiológicos y tecnológicos exigen ahora una revisión profunda para asegurar su sostenibilidad y eficacia en los próximos años.
Entre estos desafíos destacan el envejecimiento poblacional, el incremento de enfermedades crónicas y pluripatologías, la crisis de natalidad, los problemas de salud mental, y los impactos del cambio climático, además de los movimientos migratorios que afectan la diversidad y necesidades del sistema.
Consciente de ello, el Gobierno Vasco ha dispuesto una inversión histórica de aproximadamente 1.200 millones de euros (unos 1.300 millones de dólares USD o 1.1 millones de euros en moneda local) para los próximos siete años, destinándolos a renovar infraestructura hospitalaria, ampliar centros existentes y construir nuevos equipamientos, como el Hospital Público de Tolosa, el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Durango y un edificio de protonterapia en Donostia.
Uno de los puntos clave de esta reestructuración es la aprobación de un nuevo decreto que simplifica la estructura organizativa, reduciendo cargos directivos para potenciar la atención al paciente y favorecer una gestión más horizontal.
Además, se reestructuran las OSIs para facilitar que los pacientes puedan ser atendidos en sus centros de referencia, acercando la atención a la comunidad y mejorando la humanización del sistema sanitario.
El Pacto Vasco de Salud, elaborado con la participación de más de 500 profesionales, pacientes, agentes sociales y políticos, marca la hoja de ruta para estos cambios.
Este documento refuerza valores como la universalidad, la equidad y la sostenibilidad, y define 24 líneas estratégicas y más de 300 acciones concretas, que incluyen indicadores para evaluar el progreso.
La digitalización y la gestión inteligente de datos son también prioritarios en esta estrategia. Se destinarán cerca de 6,700 euros (unos 7 millones de euros) en una nueva partida presupuestaria para la Transformación Digital de Osakidetza, que estará complementada con la creación de DATUA, la Oficina de Datos del sistema sanitario.
Esto permitirá gestionar con criterios de seguridad y eficiencia la información clínica, económica y de recursos humanos, en línea con los estándares europeos y nacionales.
Asimismo, se impulsa el uso de inteligencia artificial para mejorar la precisión en diagnósticos, la gestión hospitalaria y la atención personalizada.
Entre las primeras medidas, se encuentran la reducción progresiva de la edad de cribado del cáncer de mama hasta los 48 años en 2026, y el desarrollo de iniciativas centradas en salud mental infanto-juvenil, así como en bienestar emocional en adolescentes.
Por otro lado, se están llevando a cabo una serie de adecuaciones en infraestructuras hospitalarias y ampliaciones, modernizando centros emblemáticos como los hospitales de Basurto, Donostia, Galdakao y Txagorritxu.
En paralelo, se han puesto en marcha procesos de mejora en la colocación de personal sanitario, con la apertura de nuevas plazas, pudiendo superar las 4.000 en convocatorias futuras desde finales de año. Además, se ha contratado a todos los médicos residentes en Medicina de Familia que finalizaron su formación este año, en total 68 profesionales.
Otro aspecto importante de la reforma es el refuerzo de la atención en euskera y la promoción de la igualdad de género en el ámbito sanitario, mediante programas específicos y la integración de nuevas tecnologías lingüísticas como la aplicación Itzulbide.
El equipo dirigido por Lore Bilbao, directora general de Osakidetza, ha destacado que esta transformación busca asegurar un sistema más sostenible, eficiente y centrado en las personas.
La apuesta por la innovación tecnológica y la mejor gestión de recursos permitirá ofrecer una atención más cercana, personalizada y de mayor calidad.
Desde una perspectiva histórica, Euskadi ha sido pionera en varios aspectos del sistema sanitario, desarrollando un modelo propio desde los años 80 que combina eficacia y equidad.
La inversión en infraestructura y tecnología, así como la participación activa de profesionales y ciudadanos en la planificación, reflejan un compromiso firme con mantener y potenciar su sistema público de salud.
El nuevo escenario que se plantea busca no solo responder a las demandas actuales, sino también anticiparse a futuras necesidades, garantizando que la salud y el bienestar de la población vasca continúen en la vanguardia.
Este proceso, de carácter estratégico y estructural, es una oportunidad única para consolidar un sistema de salud renovado, más humano, más eficiente y más preparado para los retos que vienen.