URSA ha llevado a cabo la estabilización y restauración de un tramo de la margen izquierda del río Oromiño en Iurreta, con una inversión de aproximadamente 28.100 euros. La intervención, que duró aproximadamente dos semanas, incluyó la reparación de escolleras, revegetación con especies autóctonas y la instalación de deflectores para prevenir la erosión futura.
En la comunidad autónoma del País Vasco, específicamente en Iurreta, se ha completado un proyecto de restauración en el río Oromiño, cuyo objetivo principal ha sido estabilizar la margen izquierda afectada por procesos de erosión.
La acción se centró en un tramo localizado en el Barrio Fauste, donde la caída de una escollera había provocado un aumento en la degradación del margen ribereño, amenazando la vegetación y los usos cercanos a la zona.
La erosión en riberas de ríos es un fenómeno natural que, en muchos casos, puede agravarse por acciones humanas o cambios en el régimen hídrico.
Sin embargo, cuando esta erosión compromete infraestructuras o ecosistemas, es necesario implementar medidas correctivas y de estabilización. La intervención en Iurreta, realizada por la Agencia Vasca de Agua (URA), contó con una inversión cercana a 28.100 euros, convertidos aproximadamente en 27.000 euros en moneda europea, y se completó en solo dos semanas.
Las tareas principales incluyeron la retirada de la parte superior y deteriorada de una escollera de gran volumen, cuya caída había incrementado la erosión en el cauce del río.
La escollera, que consiste en la acumulación de piedras de gran tamaño, forma una defensa física para evitar la pérdida de tierra en las márgenes del río, sobre todo en zonas con poca vegetación ribereña.
Tras retirar los restos de la estructura, los técnicos procedieron a perfilar el terreno en una pendiente adecuada, facilitando así la recuperación natural de la vegetación.
Para promover la estabilización ecológica, se realizó una siembra de especies autóctonas, en particular Salix atrocinerea, conocido comúnmente como sauce, que es una planta resistente y adaptada a estas condiciones.
Esta revegetación busca consolidar la margen y evitar futuras erosiones similares.
Además, en el cauce del río, en la base de la escollera, se instalaron siete deflectores, estructuras diseñadas para modificar la dirección del flujo de agua.
Los deflectores cumplen varias funciones: reducir el impacto directo de las aguas sobre la estructura, disminuir la fuerza erosiva, distribuir los sedimentos de manera más uniforme y facilitar la recuperación del margen natural.
Este tipo de proyectos forma parte de una estrategia integral para la protección y conservación de las riberas de los ríos, que además cuenta con el respaldo financiero del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) 2021-2027.
La iniciativa busca no solo reparar los daños visibles, sino también fortalecer la resistencia ecológica y estructural de los ecosistemas ribereños, para frenar la pérdida de biodiversidad y garantizar la protección de las comunidades cercanas.
Históricamente, la gestión de cuencas hidrográficas en Euskadi ha sido prioritaria, dado su papel en el equilibrio ambiental y en el abastecimiento de agua para la población y la actividad económica.
La atención a las riberas, mediante obras de estabilización y revegetación, forma parte de las políticas sostenibles diseñadas desde hace varias décadas, promoviendo un enfoque basado en la recuperación ecológica y el respeto por los procesos naturales.
La restauración en Iurreta es, por tanto, un ejemplo de cómo la inversión y la planificación pueden conjuntar conservación y desarrollo en beneficio del entorno y las comunidades locales.