La decisión del Gobierno Vasco de detener la pesca de angula en la próxima campaña busca frenar el crítico descenso de la especie, que actualmente representa solo un 7% de su población original, basada en estudios científicos recientes.
En la región del País Vasco, las autoridades han decidido suspender la pesca de angula durante la campaña 2025-2026, una medida que surge como resultado de informes científicos que advierten sobre el estado crítico de la especie.
Esta decisión, anunciada tras una reunión con representantes de la Asociación de Anguleros de Euskadi, refleja el compromiso del gobierno por revertir la alarmante disminución de la anguila europea en la región.
A lo largo de las últimas décadas, la población de anguila en los ríos vascos ha disminuido de manera acelerada. En los años 60 y 70, las cifras de esta especie en la zona eran mucho más altas, llegando a niveles de aproximadamente 400 toneladas (unos 362,86 toneladas en euros a tasa de cambio de 1 euro = 1,10 dólares).
Hoy en día, las estimaciones indican que solo queda alrededor del 7% de aquella población, lo que representa una grave amenaza para su supervivencia.
La pérdida de hábitat, la sobrepesca y las barreras existentes en los ríos han contribuido al deterioro de su población.
Diversos informes recientes han marcado un punto de inflexión en la gestión de esta especie. El último informe del ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar), presentado en mayo de 2025, indica que los objetivos de recuperación de la anguila en Europa aún están muy lejos de alcanzarse.
Concretamente, señala que los niveles actuales de población están muy por debajo de los mínimos biológicos seguros, lo cual pone en evidencia que las medidas anteriores, como las restricciones en la actividad pesquera y las mejoras en el hábitat, no han sido suficientes.
Este panorama ha sido avalado por la resolución del Ararteko del pasado 4 de junio, que recomienda ajustar las regulaciones para promover la recuperación de la especie, siguiendo los dictámenes técnicos y científicos establecidos.
Además, el informe elaborado por AZTI, una institución de investigación marina de referencia en España, también advierte que la anguila no muestra signos de recuperación y que se necesitan cambios profundos en las políticas de gestión.
Ante estos datos alarmantes, el Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco ha optado por la suspensión de la pesca de angula en la próxima campaña.
El objetivo es dar un respiro a la especie y evitar su posible desaparición. La creación de una mesa de trabajo en noviembre permitirá revisar y actualizar el Plan de Gestión de la Angula, que data de 2010, integrando aportaciones de las diputaciones forales de Gipuzkoa y Bizkaia, así como de científicos, ecologistas y representantes de la propia asociación de anguleros.
La iniciativa también contempla la participación de organizaciones ambientales para diseñar medidas que contribuyan a mejorar el estado de conservación de la especie y a restaurar la actividad pesquera en el futuro.
La pesca durante la última temporada 2024-2025 se estimó en aproximadamente 180 kilos (unos 163 euros), una cantidad muy inferior a la registrada en décadas pasadas, lo que refleja el agotamiento progresivo de la población.
Además del compromiso local, la recuperación de la anguila europea es una prioridad en el marco europeo, dado que su especie está protegida por varias directivas y regulaciones de la Unión Europea destinadas a garantizar su sostenibilidad.
La situación exige medidas urgentes y sostenibles que permitan mantener el equilibrio ecológico en los ríos y el entorno marino.
El Gobierno Vasco continuará trabajando para promover estrategias de conservación que aseguren la recuperación de esta especie en sus territorios, apostando por un desarrollo pesquero respetuoso con el medio ambiente y adaptable a los conocimientos científicos.
La decisión de suspender la pesca es un paso importante en esa dirección, y esperan que, con el tiempo y las acciones coordinadas, sea posible recuperar la población de angula para las futuras generaciones.