El Gobierno Vasco inicia el pago de subvenciones destinadas a compensar a los pescadores por paradas temporales en el Golfo de Bizkaia, con el objetivo de reducir la captura accidental de delfines y otros pequeños cetáceos, fomentando una pesca más sostenible en la región.
A partir del 15 de octubre, el Gobierno Vasco comenzará a abonar las ayudas destinadas a pescadores de Bizkaia y Gipuzkoa afectados por medidas de paralización temporal de sus actividades pesqueras.
Este programa busca disminuir las capturas accidentales de delfines comunes (Delphinus delphis) y otros pequeños cetáceos en el Golfo de Bizkaia, una zona emblemática por su biodiversidad marina y su importancia histórica en la industria pesquera vasca.
La iniciativa se enmarca dentro de los esfuerzos del Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca para promover una gestión sostenible de los recursos marinos.
Las ayudas buscan ofrecer compensaciones económicas a los pescadores que, debido a estas medidas, ven reducidas sus capturas o tienen que detener temporalmente su actividad.
La convocatoria contempla un presupuesto total de 263.750 euros, de los cuales 184.625 euros provienen del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (FEMPA). La financiación restante, 79.125 euros, se aporta desde los presupuestos del Gobierno Vasco para el ejercicio 2025.
El dinero se distribuirá entre los beneficiarios en función de las pérdidas ocasionadas y el tiempo de paralización de su actividad. Se trata de una estrategia que refleja el compromiso de Euskadi con la protección de la biodiversidad marina, particularmente en una zona donde la presencia de cetáceos tiene gran repercusión ecológica y económica.
Leandro Azkue, responsable del departamento, resaltó que 'los arrantzales vascos representan un modelo ejemplar de sostenibilidad y compromiso atlántico en la gestión de las pesquerías.
Gracias a la sensibilización y profesionalidad, contribuimos a mantener diversas especies que son fundamentales para la salud de nuestro ecosistema marino y la biodiversidad de nuestras aguas'.
Este programa de ayuda se une a otras iniciativas de conservación y gestión sostenible en Euskadi, país con una tradición pesquera que data de siglos atrás.
La región, conocida por su larga historia en la pesca de mejillón, merluza, y sus caladeros, se ha convertido en un referente en prácticas que equilibran la actividad económica con la preservación del medio ambiente.
Las acciones de este tipo son especialmente relevantes en un contexto global en el que las amenazas para la biodiversidad marina, como la sobrepesca y la contaminación, requieren respuestas inmediatas y coordinadas.
La protección de los cetáceos y la regulación de las capturas accidentales son pasos importantes en la conservación de los ecosistemas marinos del Norte Atlántico, asegurando que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de la riqueza natural de estas aguas.