La replica científica del buque ballenero vasco del siglo XVI, la nao San Juan, finaliza su ensamblaje en tierra en Euskadi y comienza la fase de navegación, marcando un avance importante para el patrimonio marítimo internacional y la historia naval vasca.
En la región del País Vasco, la nao San Juan, una réplica detallada y científica del histórico buque ballenero vasco del siglo XVI, ha culminado exitosamente su fase de construcción en tierra, preparándose ahora para su travesía marítima.
Este logro representa un hito de gran relevancia para la conservación y difusión del patrimonio marítimo internacional.
La presentación oficial de este avance se llevó a cabo en Albaola Itsas Kultur Faktoria, sede del proyecto, en una rueda de prensa que anunció la botadura de la embarcación y los detalles del evento que tendrá lugar el 7 de noviembre de 2025.
La iniciativa, impulsada por Xabier Agote desde la organización sin ánimo de lucro Albaola, combina investigación rigurosa y técnicas tradicionales de construcción naval, siguiendo el método utilizado hace más de quinientos años.
El presidente de Albaola expresó su satisfacción por el esfuerzo colectivo involucrado: “Este proyecto ha movilizado a muchas personas, instituciones y entidades que han aportado su experiencia, tiempo y confianza.
Hemos recuperado conocimientos casi olvidados y los hemos puesto en práctica con técnicas del siglo XVI. La importancia radica en el legado cultural que esta réplica representa, así como en su potencial para revitalizar la relación de la sociedad actual con su historia marítima.
Ahora, el objetivo es convertirla en una pieza navegable y devolverla al mar”.
Por su parte, Teo Alberro, alcalde de Pasaia, resaltó que “la botadura de la San Juan no solo es un hecho histórico, sino también un ejemplo del esfuerzo colectivo de nuestra comunidad.
Pasaia demuestra una vez más que un pueblo pequeño, con raíces profundas y un trabajo artesanal riguroso, puede proyectarse en el escenario mundial mediante este tipo de iniciativas culturales y patrimoniales”.
Asimismo, la Vicelehendakari Primera y responsable de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, señaló que “la botadura de la nao San Juan refuerza la idea de que cuidar el patrimonio no es sólo preservar el pasado, sino avanzar con las raíces firmes hacia el futuro.
Albaola demuestra que la identidad vasca es dinámica, abierta y en constante diálogo con el mundo, integrando tradición y modernidad”.
Además, Eider Mendoza, Diputada General de Gipuzkoa, destacó la dimensión internacional del proyecto, calificándolo como un evento de relevancia global en cuanto al patrimonio marítimo y cultural.
La iniciativa no solo busca reconstruir un barco histórico, sino también fomentar la colaboración entre diferentes países y comunidades interesadas en la historia naval.
La construcción de esta réplica ha sido posible gracias a una labor de investigación exhaustiva sobre el pecio del San Juan, localizado en 1978 en Red Bay, Labrador, en Canadá.
Gracias a los trabajos de arqueología subacuática y las investigaciones de Parks Canada, se lograron identificar y catalogar miles de piezas que permitieron definir con precisión tanto el casco como las técnicas constructivas del siglo XVI.
Albaola, a partir de estos datos, emprendió la tarea de crear una réplica exacta, siguiendo criterios históricos y tecnológicos de la época.
Desde su inicio, el proyecto ha implicado la recuperación de oficios tradicionales como carpintería naval, herrería, velería y cordelería, desarrollándose en un espacio abierto y didáctico donde público y expertos pueden aprender y experimentar en vivo.
La fase en tierra, que ahora concluye, ha sido complementada por la siguiente etapa: la incorporación de todos los elementos necesarios para que el barco sea completamente navegable.
Se estima que en los próximos meses se llevará a cabo la fase de equipamiento en el agua, en la bahía de Pasaia. Esto incluirá aproximadamente 4 km de cabos, dos juegos de velas de 600 m² cada uno, anclas forjadas, chalupas balleneras, calderos de cobre y otros accesorios fabricados con técnicas y materiales del siglo XVI.
Estos detalles garantizarán que la nao San Juan sea una réplica fiel de la embarcación original, tanto en su estructura como en su funcionamiento.
Finalmente, en el futuro cercano, la nave será abierta al público como un barco-museo, permitiendo a visitantes conocer en profundidad la tecnología naval de aquel tiempo y la vida de los navegantes que surcaron los océanos en aquella era.
La iniciativa no solo busca preservar un patrimonio singular, sino también fortalecer el conocimiento sobre la historia marítima vasca y su relación con el mundo, fomentando el interés cultural y el turismo en la región.
Este proyecto, que combina investigación, tradición y tecnología, se inscribe en un contexto mundial de creciente interés por la conservación del patrimonio marítimo, reconociendo la importancia de entender nuestras raíces para proyectarnos hacia el futuro con identidad y orgullo.