El Gobierno Vasco evalúa la viabilidad de la interconexión ferroviaria entre Euskadi y Eslovenia, fortaleciendo la cooperación europea en movilidad sostenible.
En un esfuerzo por impulsar la movilidad sostenibile y promover la integración entre países, representantes del Departamento de Movilidad Sostenible del Gobierno Vasco llevaron a cabo una misión de observación en Eslovenia.
La visita, que incluyó recorridos en tren y reuniones técnicas, tuvo como objetivo principal analizar la factibilidad de establecer una conexión ferroviaria eficiente y técnica entre Euskadi y otros países europeos, específicamente con Eslovenia.
El viceconsejero de Infraestructuras y Movilidad Sostenible, Miguel Ángel Páez, acompañado por las directoras de Infraestructuras del Transporte, Loly de Juan, y de Estrategia para la Movilidad Sostenible, Sara Barreal, se desplazaron desde Ljubljana, la capital eslovena, en un viaje en tren desde la ciudad austríaca de Villach.
Este recorrido no solo sirvió para valorar las dificultades técnicas involucradas en una posible conexión entre ambos países, sino también para comprender de primera mano las innovaciones en infraestructura ferroviaria europea.
Históricamente, las conexiones ferroviarias en Europa han sido un punto crítico para la integración económica y social de la región. Desde la creación de la Comunidad Europea del Carbone y el Acero en 1951 hasta la reciente apuesta por un Espacio Ferroviario Europeo Único, el enfoque en transporte transfronterizo ha sido una prioridad política y logística.
La iniciativa del Gobierno Vasco se enmarca en este contexto, participando en el proyecto europeo Crosusmob, que busca fomentar la movilidad sostenible entre regiones de países como Francia, Hungría, Alemania, Países Bajos, y, por supuesto, la propia Euskadi.
El trayecto en tren desde Villach a Ljubljana evidenció los avances tecnológicos que facilitan los intercambios internacionales, particularmente mediante trenes multisistema que eliminan la necesidad de cambiar locomotoras en las fronteras, una práctica que en el pasado complicaba y retrasaba los servicios ferroviarios.
Ahora, estos trenes permiten sortear obstáculos técnicos relacionados con diferentes sistemas eléctricos y de señalización, mejorando la eficiencia y la comodidad para los usuarios.
A su llegada a Ljubljana, los delegados pudieron comprobar las obras en curso para ampliar la terminal de la estación, que se convertirá en un nodo intermodal integrando autobuses, taxis y bicicletas.
La fase de obra responde a la estrategia europea y española para consolidar un espacio ferroviario europeo completo, que permita un tránsito más fluido y sostenible, además de abrir oportunidades comerciales y de movilidad para las regiones involucradas.
Las reuniones técnicas y multisectoriales que continúan en Ljubljana reúnen a representantes de regiones fronterizas de Europa, incluyendo Francia, Hungría, Alemania y los Países Bajos.
El intercambio de experiencias y estrategias busca definir acciones concretas para eliminar barreras técnicas y administrativas, así como para promover la creación de un mercado ferroviario integrado y competitivo.
Este proyecto no solo es relevante para Euskadi por su potencial en mejorar la conectividad con el resto de Europa, sino que también refleja una tendencia global hacia una movilidad más limpia y eficiente, con objetivos como la reducción de emisiones de carbón y la descarbonización del transporte.
La Unión Europea, en su Plan de Recuperación y Resiliencia, ha priorizado inversiones en infraestructuras sostenibles, y la conexión ferroviaria transfronteriza es un claro ejemplo de ello, con fondos destinados a modernizar y ampliar las redes existentes.
En definitiva, Euskadi busca no solo fortalecer su red de transporte, sino también posicionarse como un referente en movilidad europea, promoviendo soluciones innovadoras y sostenibles que faciliten la integración regional y europea, en línea con su apuesta por una economía verde y digital.
La visión a largo plazo incluye la creación de corredores ferroviarios que conecten el norte de la península Ibérica con el corazón de Europa, facilitando así un flujo de personas y mercancías más eficiente, respetuoso con el medio ambiente y alineado con los compromisos internacionales en materia de clima y sostenibilidad.