Las instituciones de Álava conmemoran cada año a las víctimas de la represión franquista en un acto que honra su memoria y lucha por la justicia histórica.
En Euskadi, específicamente en la provincia de Álava, se llevó a cabo una emotiva ceremonia organizada por la Diputación Foral para honrar a las personas represaliadas durante la dictadura franquista.
La consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, fue una de las protagonistas del acto, que ocurrió en la tarde del 17 de septiembre de 2025.
Este evento forma parte de una tradición anual que busca mantener viva la memoria de las víctimas del régimen franquista, que gobernó España desde 1939 hasta 1975.
La dictadura, marcada por la represión, encarcelamientos y fusilamientos, dejó una profunda huella en la historia de la región y del país. Entre las víctimas conmemoradas se encuentran aquellos que sufrieron la represión en el contexto del levantamiento militar y la posterior guerra civil española (1936-1939).
La conmemoración de este año tuvo como punto central un homenaje a los fusilados en ese día, exactamente el 18 de septiembre de 1936, por las huestes golpistas lideradas por Francisco Franco.
En aquella ocasión, fueron ejecutados el expresidente de la Comisión Gestora de la Diputación de Álava, Teodoro Olarte, junto a otros dos diputados forales.
Estas acciones represivas simbolizan uno de los episodios más oscuros de la historia provincial y nacional.
Durante la ceremonia, las instituciones locales y representantes sociales, académicos y comunitarios, se reunieron en torno a un monolito denominado ‘In Memoriam’, cuyo nombre resuena como un recordatorio de la lucha por la justicia y la reparación.
Los asistentes interpretaron el himno ‘Agur Jaunak’, una canción tradicional vasca, como símbolo de respeto y memoria. Posteriormente, se realizó una ofrenda floral en honor a las víctimas. Las flores, colocadas cuidadosamente ante el monolito, simbolizan el reconocimiento y el compromiso de no olvidar a quienes sufrieron por sus ideales o por simplemente ser parte de una generación marcada por la violencia.
Este acto de recuerdo no solo rememora la represión de la Guerra Civil y la dictadura, sino que también refleja los esfuerzos actuales en Euskadi por promover la justicia social y la consolidación de una memoria histórica que honra a los que lucharon por sus derechos humanos y la libertad.
La lucha por dignificar a las víctimas del franquismo continúa siendo una prioridad en la región y en todo el Estado español, con leyes y programas específicos que buscan esclarecer la verdad y promover la reconciliación.
Desde su inicio, la memoria histórica en Euskadi ha estado relacionada con la resistencia antifranquista y la recuperación de la historia oficial, que durante décadas relegó los crímenes del régimen a un segundo plano.
La participación de diferentes sectores sociales en estas conmemoraciones es fundamental para que la historia no se quede en el olvido, y para que se establezcan mecanismos de justicia y reparación que sean duraderos.
En definitiva, estos actos nos recuerdan la importancia de mantener vivo el espíritu de lucha por los derechos humanos y de seguir promoviendo un legado de justicia y respeto por la memoria de quienes sufrieron en aquellos oscuros años del pasado y que fueron víctimas de una represión brutal, que dejó una huella imborrable en la historia de Euskadi y de España en general.