El Gobierno Vasco implementará en 2026 una intervención en los andenes de la línea C3 Bilbao-Ordizia para mejorar la accesibilidad, incluyendo recrecidos parciales y otras medidas para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida.

A principios de 2026, en Euskadi se pondrá en marcha un proyecto piloto para mejorar la accesibilidad en la línea C3 del servicio de cercanías operado por Renfe.

La consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, anunció en el Parlamento que una de las principales intervenciones será la elevación parcial de los andenes en las estaciones de Orduña y Abando, ubicaciones de inicio y fin de línea, respectivamente.

Esta medida consiste en realizar recrecidos específicos en dichos andenes para nivelarlos con la altura de los trenes que circulan por la línea, facilitando así el acceso a personas con movilidad reducida, muchas de las cuales enfrentan obstáculos en la interfaz entre andén y tren desde hace años.

La problemática en la línea C3 es particularmente significativa en comparación con otras líneas de cercanías en Bizkaia, donde las diferencias de altura entre andén y tren han sido un reto histórico.

Desde la primavera, Euskal Trenbide Sarea (ETS), organismo público del Gobierno Vasco encargado de las infraestructuras ferroviarias de la red autonómica, y ADIF, administrador estatal de la infraestructura, han trabajado conjuntamente para diseñar y planear la implementación de esta solución técnica.

La prioridad será ajustar los andenes en estos puntos críticos en el primer trimestre del próximo año. Estas experiencias piloto permitirán evaluar la eficacia y la viabilidad del sistema, con la idea de extenderlo progresivamente por toda la línea en fases posteriores.

García Chueca destacó que durante años ha sido una preocupación constante la falta de accesibilidad en la línea C3, y subrayó que, aunque en el acuerdo de transferencia de gestión a Euskadi se estableció que Renfe debía renovar la flota con trenes más accesibles, la necesidad de actuar rápidamente llevó a buscar soluciones inmediatas en la infraestructura.

El proceso de decisión ha sido complejo, debido a que la transferencia de la gestión del servicio no incluye la titularidad total de la línea, que sigue en manos de ADIF.

La línea continúa en el marco del sistema ferroviario estatal, pero la gestión y operación corresponden al Gobierno Vasco hasta 2027. Tras analizar diversas opciones, se descartaron soluciones como retirar trenes antiguos para sustituirlos por otros accesibles, o la creación de sistemas de acompañamiento, debido a su impacto y a la posible exclusión de ciertos colectivos.

Por otra parte, desde que el Gobierno Vasco asumió la gestión de las Cercanías hace diez meses, ha estado implementando mejoras que se habían planificado previamente.

Entre ellas, destacan la mejora en la accesibilidad en la línea C3, el inicio de un nuevo servicio en la zona de la Llanada Alavesa con horarios más convenientes y precios asequibles, y la creación de una lanzadera ferroviaria entre Karrantza y Aranguren para conectar mejor los municipios de Enkarterri.

Con respecto a esta última, García Chueca señaló que la puesta en marcha está prevista en los próximos meses, una vez finalizadas las obras de electrificación de la línea, que han sido ejecutadas por el Ministerio de Transición Ecológica y Recto de Energía.

La mejora en la infraestructura, sumada a las intervenciones en los andenes, busca ofrecer a los usuarios un transporte más accesible, cómodo y eficiente, en consonancia con las políticas de movilidad sostenible del Gobierno Vasco.

Este plan se alinea con los esfuerzos históricos por modernizar el sistema de transporte en Euskadi, una región que en décadas pasadas ha centrado su desarrollo en fortalecer infraestructuras ferroviarias y de transporte público para reducir la dependencia del vehículo privado y fomentar una movilidad más ecológica.

La línea C3, que conecta Bilbao con Orduña, ha sido durante años vital para potenciar el desarrollo de estos municipios, y las mejoras en accesibilidad refuerzan el compromiso del Gobierno Vasco con la igualdad de oportunidades y la inclusión social en el acceso al transporte.

En conclusión, la intervención prevista para 2026 en la línea C3 será un paso importante para garantizar un transporte público más inclusivo, eficiente y acorde a los desafíos tecnológicos y sociales actuales.

La colaboración entre instituciones y el compromiso de mejorar la infraestructura ferroviaria son claves para avanzar hacia un sistema de movilidad que responda a las necesidades de todos los ciudadanos, sin excepción.