El Departamento de Educación de Euskadi avanza en la implementación de cocinas eléctricas verticales en colegios, promoviendo menús más saludables, mejores condiciones laborales y una mayor sostenibilidad energética, con la intención de ampliar esta tecnología en los próximos años.
En la región de Euskadi, el Departamento de Educación continúa con la introducción de un sistema innovador de cocinas eléctricas verticales que se está implementando en diferentes centros escolares, con el objetivo de mejorar la calidad de la alimentación, reducir el impacto ambiental y ofrecer mejores condiciones laborales a los equipos de cocina.
Esta iniciativa forma parte de la estrategia global 'Hezkuntza Eraiki 2030', un plan pensado para transformar y modernizar los centros educativos de la comunidad autónoma.
Hasta la fecha, cinco colegios han sido equipados con estas cocinas de tecnología avanzada, ubicados en lugares como Aia, Bilbao, Alonsotegui y Hondarribia.
La consejera de Educación, Begoña Pedrosa, visitó recientemente el colegio Lardizabal Herri Eskola de Aia para presentar oficialmente estas innovadoras instalaciones.
Las cocinas eléctricas verticales permiten cocinar alimentos con menos grasas y aceites, preparando menús mucho más saludables. También facilitan la incorporación de verduras frescas y carnes magras, y permiten cocer alimentos al vapor mediante hornos especiales, promoviendo así una alimentación más nutritiva para los escolares.
Este sistema no solo mejora la salud nutricional, sino que también optimiza las condiciones laborales del personal de cocina, ya que las cocinas tradicionales suelen requerir el uso de pesadas cacerolas y marmitas.
En cambio, las nuevas cocinas verticales utilizan ollas basculantes y dispositivos multifunción que simplifican y aceleran los procesos de cocción. Además, estos sistemas permiten reducir los tiempos de preparación de los alimentos y controlar digitalmente las cocinas de forma remota, lo que aumenta la eficiencia y la seguridad.
Otra ventaja importante es el ahorro de espacio que ofrecen estas cocinas, ya que se adaptan fácilmente a diferentes entornos y permiten su instalación en lugares donde antes no era posible.
La incorporación de tecnología moderna también favorece la cocina por la noche o en horarios diferidos, y su conectividad digital facilita la supervisión en tiempo real.
Desde una perspectiva ecológica, las cocinas eléctricas representan una opción mucho más sostenible, ya que pueden alimentarse con energía procedente de paneles solares instalados en los centros educativos o en otras infraestructuras.
Este compromiso con la sostenibilidad energética forma parte de las políticas públicas del Gobierno Vasco, que promueve la contratación pública verde y la innovación ecológica en todos los ámbitos.
El plan contempla la instalación de 28 cocinas in situ y 16 cocinas zonales en distintos municipios hasta 2027, lo que permitirá cocinar en un centro matriz y trasladar los menús ya elaborados a otras escuelas cercanas, manteniendo la calidad y frescura de los alimentos.
Históricamente, Euskadi ha sido pionera en la implementación de políticas educativas innovadoras. Desde la década de los 80, la comunidad ha apostado por programas que mejoran la calidad de vida en las aulas, integrando tecnología y sostenibilidad en su sistema educativo.
La estrategia 'Hezkuntza Eraiki 2030' recoge esa línea de trabajo, buscando no solo modernizar las infraestructuras, sino también promover hábitos saludables y una educación ambiental desde la infancia.
En definitiva, el impulso a las cocinas eléctricas verticales en los centros escolares vascos representa un avance hacia una alimentación más saludable, un entorno laboral mejorado y un compromiso con el medio ambiente.
La iniciativa se enmarca en una visión a largo plazo para transformar la educación en Euskadi, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, y sentando las bases para un futuro más saludable y sostenible para toda la comunidad.